Jhoel Herrera: La humillación de Diego Haro, su hermana Fabiola, la pelea con Loco Abreu y más

Mi gente de ‘La fe de Cuto’ regresamos con la segunda parte de la emotiva entrevista a Jhoel Herrera, quien esta vez presenta a su hermana Fabiola, en una divertida charla en la que nos cuenta detalles de su relación de hermanos y el fútbol.

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En esta entrega, Jhoel Herrera nos cuenta las polémicas que tuvo con el Loco Abreu, con quien tuvo un encontrón. Además, confiesa que se sintió humillado por el árbitro Diego Haro.

Además, Jhoel presenta a su hermana Fabiola Herrera, quien jugó en Millonarios de Colombia y actualmente es una referente en Universitario de Deportes.

¿Qué pasó con Claudio Pizarro en La Videna?

Era el capitán, él era uno de los incitadores, pero el que más incitaba fue el Chasqui Álvarez, que estaba ahí también. Me decía ‘oye baila, si te están diciendo que bailes’. Estaba Jorge Avilés con su guitarra y con el chiquito de ‘jueves de pavita’. El Chasqui me molestaba para que baile, a mí me encanta bailar, pero algunos dicen que soy figureti, yo no soy figureti. En ese momento yo no quería bailar, pero tampoco es que me haga de rogar, a la segunda salí al campo y le metí toda la mazamorra y quedé bien. Se hizo viral, pero tenías que meterle buen ritmo, no podías quedar mal.

En 2018, vuelves a Aurich

Vuelvo en segunda división. Ya con la experiencia de campeón, soy capitán. Hicimos un campañón, con problemas económicos porque ya no estaba nuestro papi, era complicado, pero a pesar de eso hicimos una buena campaña. Nos elimina Cienciano, pero hicimos un buen torneo, buenas anécdotas. Era un equipo luchador, porque sin plata íbamos.

Para la temporada 2019-2020, regresas a Garcilaso

Yo regreso a Garcilaso pero ya tenía 39 años y seguía manteniéndome en primera división. Aparece un entrenador chileno, Tapia, y comencé a entrenar. Pero cometí un error, yo estaba mal del tobillo en un partido internacional y me metí a jugar. No me fue bien, creo que perdimos por goleada y la dirigencia metía presión al equipo y el entrenador ya me sacó, no me hacía jugar. Es más, el asistente me dijo que ya me tenía que preprarar para el retiro. No jugué muchos partidos más, lo sacaron a ese entrenador, y tengo mi último partido contra la U en Monumental, mi último partido en la profesional. Ya luego empezó la pandemia, se me hizo complicado conseguir equipo y en 2020 empieza la liga 2 y voy a Unión Huaral. Hicimos una buena campaña, se jugaba solo en la cancha sintética, en la San Marcos. Me empecé a lesionar, comenzaron los achaques, pero me estaba yendo bien, era capitán, pero me empecé a descocer. Yo creo que fue esa para, la cancha sintética y los años.

¿Te costó dejar el fútbol?

Mucho, pero lo asimilé porque recibí la llamada de Julito, el presidente de Real Garcilaso, ya como Cusco FC, y me propone ser jefe de equipo. Acepto porque tenía un proyecto muy bonito y las cosas no fueron bien a nivel deportivo porque ya venía arrastrando el equipo un tema muy complicado, hicimos todo lo que pudimos pero el equipo descendió. Hicimos una reestructuración agresiva y asumimos la Liga2.

Tuve problemas de salud. Me empecé a deprimir, es un tema muy delicado que tienes que vivirlo para saberlo. Tuve pensamientos complicados, tuve pensamientos suicidas, me pasaba por la cabeza. Todo se me complicó, fue duro porque tuve que lidiar con eso. Recuerdo que estábamos entrenando y pasó un futbolista profesional que había pasado por lo mismo, se lo comenté y se abrió también conmigo y me comentó que también había pasado por lo mismo. Me dijo que yo mismo lo tenía que enfrentar, que podía buscar de Dios, pero que era una etapa bien difícil y poco a poco fue saliendo, fui enfrentándolo con apoyo de la familia. Mi esposa me pudo ayudar en ese momento, pero fue muy difícil superar esa etapa.

Tienes un problemita con el Loco Abreu ¿cómo fue eso?

Es loco pues, pero mira... llega el partido contra Vallejo y antes de empezar el partido, yo estaba viendo los temas documentarios y lo veo al Loco Abreu afuera, un ídolo para cualquier futbolista. Fue en Cusco. Un amigo le pide una foto, yo también le pido una foto... Llega la hora del partido y hubo trifulca, yo peleo por los intereses del club que estoy defendiendo. Creo que en una falta, el Loco llega a la banca de suplentes, donde estábamos nosotros, y comienza a reclamar, yo también reclamaba y luego me voy al medio, donde estaba el cuarto árbitro, el Loco viene atrás mío, pero a él no le decía nada por respeto. Él me menta la madre y me dice ‘deja de estar reclamando’. Hasta ahí el respeto, me volteé y me salió el Callao, yo era bravo. Nací en La Victoria, pero me crié en el Callao. Le dije su vida. Yo no le dije nada, él me dijo a mí.

Un día también te humilló un árbitro...

No voy a decir el nombre... fue Diego Haro. Yo nunca pensé contar esta historia... jamás había sufrido una humillación de esta naturaleza... Supongo que tuvo sus razones y se las respeto, pero siempre me he comportado bien, sé a quién le reclamo, hago bien el reclamo al árbitro, no soy de hablarle lisuras... para este partido con la U en Cusco se estaba hablando de quién iba a arbitrar y sale el nombre de Diego Haro. Yo voy a ese día a reclamarle una cosa y me dijo: ‘No te me acerques, contigo no quiero hablar. Tú sabes por qué’, me agarró frío, no tenía idea de qué me estaba hablando. Yo estaba que me moría, sentía vergüenza. Me dijo ‘tú sabes de lo que has hablado’. Su cuarto árbitro ya después me dijo, yo le dije ‘¿yo he hablado?, yo no me puedo hacer responsable de las cosas que hablan los demás, yo estoy trabajando acá’. Yo entré al túnel y nuevamente le digo y me trató peor, no me expulsó, yo entiendo que se comportó como un profesional pese a la humillación que me hizo, porque yo insitía pero no me sacó tarjeta. Él estaba enojado por una cosa que había pasado, se entiende, pero yo no tenía ni idea. Yo le dije ‘me sacas una declaración mía diciendo que yo hablé de ti, me retiro del fútbol’. Termina el partido, lo espero, yo no entendía el por qué conmigo. Le digo ‘Diego, ya podemos hablar’ y se fue caminando, me dejó parado de nuevo. Yo quería hablar con él porque sentía que se estaba equivocando y quería explicarle, pero estaba cruzado él. Yo lo entiendo pero yo me sentí muy mal. Yo nunca le dije nada a la prensa.

¿Sufriste racismo en el estadio de Arequipa?

Yo ese día estaba cruzado porque el partido iba mal, pero debo de decir que no fue toda la gente, en redes me escribió la mitad de Arequipa, me hicieron sentir arequipeño por el cariño, asumiendo y dándome todo el respaldo. Golpeé a uno de sus hijos ilustres, un colombiano creo, muy buena gente, la gente comenzó a gritar, a decirme mi vida. El colombiano Fernández se sobó, porque sí le di y el comenzó a parar a la tribuna, pero la tribuna comenzó, yo me enojé, me levanté el polo y me besé la piel, orgulloso de mi color, pero fue un momento bien difícil de afrontar porque recordé lo que me pasaba de niño. Fue un momento duro. Esa fue una semifinal, para el partido de vuelta los jugadores de Melgar hicieron camisetas en apoyo a mí, incluso me llaman para tomarme una foto con ellos, rechazando todos los actos que habían pasado ahí. Fueron unos desadaptados.

¿A qué te dedicas ahora?

Soy soy director técnico titulado, soy administrador deportivo titulado por la Federación Peruana, hoy me dedico a todo lo que es administrador, estoy en la logística de equipos de primera división cuando estuve en Cusco FC. Hoy en día soy el jefe de equipo de las divisiones de menores de Universitario, me encargo de toda la coordinación administrativa, logística, estoy en todas las divisiones competitivas. Lo que está haciendo la U es traer buenos profesionales para cada área, así que puedo decir que volví a casa.

Es verdad que te confundieron con George Forsyth...

El me dice gemelo. En un clásico que fuimos a jugar en Estados Unidos, con Alianza. La gente que estaba en el hotel, la gente empieza a gritar Forsyth cuando salí, me empecé a tomar fotos. En el bus, le digo a Forsyth, ‘me han confundido contigo’. En el Camp Nou nos tomamos un foto juntos.

Tú tienes una hermana, Fabiola Herrera...

Sí, es como mi hija. Es de la selección, es futbolista profesional desde hace más de 17 años, defendiendo varios colores de la liga de fútbol femenina, atravesando por muchos problemas... estoy orgulloso de ella porque ha podido enfrentar ese momento de ser futbolista profesional siendo mujer en el Perú. Ha logrado llegar a la U, Cristal, Millonarios de Colombia, pero que lo diga ella.

FABIOLA HERRERA, HERMANA DE JHOEL HERRERA

¿Cómo empezaste en el fútbol?

Comencé a los 8 años. Veía a mis hermanos cuando iban a jugar a los campeonatos del barrio, siempre iba detrás de mi papá y cuando la pelota salía del campo, yo la correteaba, la pateaba y de ahí vino mi gusto por el fútbol. No tuve la oportunidad de estar en academias, a parte que en esa época no era reconocido el fútbol femenino, siempre jugaba en la calle con mis amigos, puros hombres, era la única chica del barrio que jugaba fútbol.

Cuéntame la historia de Juan Lucho

En ese entonces no se veía fútbol femenino por donde no vivía, no amiga ni amigas para jugar, solo habían puros campeonatos de hombres y con mis amigos queríamos participar. Como yo jugaba bien, mis amigos quería que juegue en el campeonato. No permitían que jugaran mujeres, yo era flaquita, de pelo cortito, me tenía que cambiar de nombre. En esa época tenía mi mamá dos amigos, uno se llamaba Juan y el otro Lucho y mis amigos como los conocían me pusieron ‘Juan Lucho’.

¿Qué decía mi tía Edith?

Conmigo era peor, yo soy mujer entonces mi mamá me decía que el fútbol solo era para hombres. Yo me escapaba de mi casa para jugar fútbol. Venía del colegio y me iba directamente a la cancha. Un día estábamos jugando, estaba en ropa de colegio con zapatos de colegio. Mis amigos me decían ‘va venir mi mamá’, no me importaba. En eso mi mamá estaba detrás mío. Me dio con el chicote de tres puntas en las piernas para mandarme a la casa.

¿Y tu papá qué decía?

Mi papá siempre me apoyó, me iba con él, me llevaba a escondidas a los campeonatos de mis hermanos, siempre estuvo tapándome, siempre me apoyó hasta el año pasado que nos dejó. Agradecida con él siempre, fue un gran apoyo en mi carrera, gracias a él pude continuar jugando, porque él me defendía de los golpes de mi mamá, de que me prohibiera jugar.

J: El día que papá nos dejó fue el peor día de nuestra vida. Fabiola era su engreída, andaba para arriba y abajo con ella.

F:Él siempre estuvo ahí. Le hice una promesa el año pasado y la pude cumplir. El 2022 yo juego con Universitario, no nos fue muy bien en el campeonato, quedamos en tercer puesto y mi papá fallece y Paolo Maldonado me cayó de sorpresa a mi casa con todo el equipo. Faltaba un partido por jugar, yo no fui por mi papá, fueron todas las chicas a mi casa y Pepa LaCoste, la uruguaya, le hicimos las dos una promesa a mi papá, que íbamos a campeonar el siguiente año y se lo pude cumplir. Me fui con mi medalla al cementerio a entregársela, fue bastante duro.

J: Era un papá muy presente, había sido presidente de un equipo de fútbol y ver a sus hijos jugar fútbol lo llenaba de orgullo.

A los 16 llegó la oportunidad de jugar futbol, en la selección peruana Sub 20

F: El sudamericano Sub20, en Chile. Estuve en la selección desde el 2015. Llegué de frente a la selección, nunca estuve en una Academia. Javier Arce, el preparador físico de la categoría Sub-20, me sacó una prueba. Mi papá fue el primer día que me llevó a la Videna. Fue increíble.

Jugaste en el equipo de la Municipalidad de Surco...

Jugué 1 año y después pasé a JC Sport Girls, allí jugué 8 años. Ese equipo era imparable, fuimos 6 veces campeonas. Fui 4 o 5 veces a Libertadores. Le estoy agradecida. La presidenta Manuela Rodríguez me ayudó muchísimo.

En el 2019 te vas a Cristal

F: Estuve en Fuerza Cristal dos años, no pude campeonar. Me fui a JC, campeonamos, fui a Libertadores y luego me volvieron a invitar a Cristal. Después recibí la llamada de Millonarios.

Eso fue una noticia bomba...

Cuando me llaman, estaba en la calle, yo no sabía nada de nada. Me vieron en un partido amistoso, me recomendaron. Me quedé muda, no sabía qué decir, casi me desmayo, es un sueño que lo tuve desde muy niñas, que te llamen para jugar del extranjero. En Colombia es fútbol profesional. Firmé contrato, me fui con un contrato profesional.

¿Qué anécdotas de esa etapa?

F: Llegué al aeropuerto de Bogotá, me recogieron y de frente me llamaron al Campín. Me llevaron al palco del presidente del Millonarios, yo estaba como el Chavo en Acapulco. Después de la pandemia me llamaron para ir a Estados Unidos, para mi mala suerte cerraron el aeropuerto Jorge Chávez. Allí me llegó la propuesta de la U. Pude debutar en el 2021 con Universitario. Me emocioné.

J: Mi papá era hincha de la u, mi papá se fue con su casaca de la U.

Alianza te quiso en el 2022

F: Perdimos la final en el 2021 y en el 2022 recibí una oferta de Alianza. Los hinchas me escribían, me enamoré de Universitario. Me considero muy profesional, es mi trabajo, conversé con jean y me quedé.

¿Cómo es el camerino de las mujeres?

F: No podemos salir a la cancha sin baile, tenemos nuestro parlante. La primera que baila soy yo. A mí me gusta mucho la salsa. Tiene que haber salsa.

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