Por: José ‘Huachano’ Lara
Don Héctor Chumpitaz no es uno de ‘Los Vengadores’, pero sí el primero en ser llamado ‘Capitán de América’. Un defensa que se ganó el respeto dentro y fuera las canchas. De compañeros y rivales. Solo bastaba una mirada o fruncir el ceño para imponer su mando. Dos veces mundialista se impuso a todo, hasta al coronavirus.
Pudo ser el segundo peruano en jugar tres Mundiales...
Una ‘relesión’ al tendón de Aquiles me quitó la posibilidad de ir a España 82. La gente no sabe que ya no quería jugar esas Eliminatorias.
¿Quién lo convenció?
El técnico ‘Tim’, los jugadores y dirigentes me hablaron.
Allí empieza la dupla con ‘Panadero’ Díaz...
Habíamos jugado cuando él era lateral izquierdo, pegaba y hacía muchas faltas.
¿Lo aconsejaste?
Lo ordenaba, era medio ‘coca cola’. Le hablé: ‘En la zaga no puedes pegar, porque todo será penal. Tienes que ubicarte bien y si el delantero está de espalda no lo dejes voltear’. Lo bueno es que fue aprendiendo.
¿Rubén era recio?
Muy fuerte, a cualquier bulto le pegaba. Era como Eloy Campos que se tiraba unas ‘carretillas’ de dos metros.
Empezaron jugando ante Colombia...
Allá empatamos 1-1. Teófilo Cubillas pierde un penal. Pocos recuerdan que Zape ya le había atajado un penal en la final de la Copa América del 75, en Caracas.
La revancha en Lima fue otra cosa...
Ganamos 2-0. Tras un córner servido por Jaime Duarte, el arquero Zape rechaza y recojo ese balón, levanté la mirada y abro para Oblitas, que la saca para Barbadillo y llegó el primer gol. Luego Uribe, de penal, sella el triunfo.
Para muchos el partido en el ‘Centenario’ con Uruguay fue de los mejores de la selección...
Terminamos con el corazón en la mano. Ganamos 2-1, al final nos hacen un gol y el juez de línea cobra posición adelantada. Hubo segundos de angustia.
En la vuelta, en Lima, sale en hombros de la cancha...
Fue mi último partido con la selección. Habíamos conseguido otra clasificación a un Mundial. Lo recuerdo como si hubiera pasado ayer.
¿Por qué estaba sin camiseta?
Me había puesto de acuerdo con el doctor (Jorge) Alva para que me la guarde de recuerdo, muchos me la pidieron, pero dije que ya estaba comprometida.
Una tarde imborrable.
Toda la gente en el estadio gritaba: ‘¡Chumpi, no te vayas!’. Lloré de emoción.
¿Por eso decide ir a España 82?
Sí. Luego pasó la mala suerte, un 20 de diciembre en un Cristal-Bolognesi me rompí el tendón de Aquiles y me operaron.
Habló de una ‘relesión’...
En marzo ya entrenaba en el club El Bosque haciendo un trabajo diferente. Un día antes de salir de la concentración, 10 de marzo del 82, fui a llamar a mi casa, pisé mal y se volvió a romper el tendón.
Al final va al Mundial como hincha...
Me dieron mi pasaje, fui con mi esposa y un grupo de amigos. Pude ir a todos los partidos.
¿Lo invitaron a la concentración?
Sí. Los dirigentes querían que estuviera con los muchachos, porque se hablaba que había problemas, pero yo estaba con mi señora.
¿No visitó al plantel?
Un día fui y me di cuenta que el ambiente no era bueno. El equipo estaba para quedar entre los cuatro primeros del mundo.
¿Un defensa con el que se comprendía muy bien?
Con Nicolás Fuentes. Tenía técnica para marcar, mucha calidad, extraordinario jugador. ‘Secó’ a Jairzinho que en ese momento era el mejor delantero del mundo.
¿Tanto así?
Él inventó la ‘cuchara’, se tiraba con las dos piernas y con una te quitaba la pelota. Hasta ahora no he visto un lateral con esa calidad en el Perú.
¿Quién lo ayudó en su puesto?
José Fernández, tenía más experiencia.
¿Totalmente recuperado del coronavirus?
Ya estoy para ‘pichanguear’. He salido de partidos muy difíciles y tenía que salir de esta.
Muchas gracias don Héctor por atendernos...
Gracias al ‘Trome’ por hacerme recordar momentos inolvidables de mi carrera y a pesar del tiempo lo recuerdo como si fuera ayer.