Sentado en el viejo estadio de Barranco nació el periodista deportivo. Escuchando las sesiones de la Asamblea Constituyente, apareció el político y viviendo con intensidad, sigue de pie el hombre. Alberto Beingolea es catedrático, sabe lo que es liderar un programa exitoso, fue candidato presidencial y hoy, repasa la vida de un país desde sus propias anécdotas y experiencias profesionales.
Alberto, empecemos con el fútbol. Hoy todos se rinden ante Lionel Messi
Cada generación tiene derecho a tener su propio héroe.
¿Para ti quién es el más grande?
Yo creo que Maradona es mejor, no tengo dudas.
Dame argumentos
Lo que vi hacer a Diego, no se lo vi nunca a Lionel.
Continúa
Fue más allá del fútbol. En carácter super a Leo, que lo más fuerte que ha dicho es: ‘Anda para allá bobo’.
¿Conclusión?
Que al ‘Pelusa’ no lo quiero de amigo de mis hijos, pero dámelo siempre en una cancha de fútbol.
¿Hincha de..?
Santiago de Barranco
Pocos te lo van a creer
Siempre preguntaba: Si la ‘U’ es de Breña, Alianza de La Victoria, el Cristal del Rímac, de mi distrito es el Santiago y así me hice seguidor del ‘Pirata’ y el otro año volveré a la directiva.
¿Tu primer ídolo?
El ‘Gringo’ Delgado, capitán del Santiago.
O sea que eres barranquino neto...
Criollo mazamorrero.
¿Tocas guitarra?
La rasgo para cantar baladas, música criolla, algo americano.
¿Compones?
He escrito muchas canciones.
¿A quién?
Al Quijote porque es un personaje entrañable. Quería ser como él.
¿En qué situaciones te le has parecido?
Varias veces me he peleado con molinos de viento. La diferencia es que él creía que eran gigantes y yo sabía que lo eran.
EL GOLPE DE FUJIMORI
Muchos dicen que desde el periodismo deportivo no se puede hacer política
El primero que dijo que lo realizado por Alberto Fujimori, al cerrar el Congreso, era un autogolpe, fui yo.
¿Cómo fue esa historia?
Cuando ocurrieron los hechos, él salió a hablar, justo en el horario de mi programa ‘Goles en Acción’.
Sigue
Estaba molesto por esa interrupción y en el set la gente estaba feliz.
¿Cómo reaccionaste?
Lo dije en plena transmisión: ‘Acaba de suceder un golpe de estado’
¿Cómo siguió todo?
A los pocos minutos llegó una tanqueta y entraron soldados.
¿Ahí todo se terminó?
A la hora que me voy a casa, salgo en mi auto y por la plaza de ‘La bandera’, me alcanza un carro militar y me ordena que me detenga.
¿Entonces?
Paré, y frené justo ante el símbolo patrio. Bajé la luna y un soldado con pinta de ‘Rambo’ metió su cabeza y me gritó: ‘Promoción, deja de decir esas idioteces’.
¿Quién era?
Era el ‘Chino’ Gutierrez, mi promoción de colegio que había seguido su carrera militar.
¿Qué fue de él?
Después fue héroe, murió en la guerra del Cenepa. No le dieron ese grado pese a ser el segundo en mando.
Como buen criollo, debes bailar bien...
Bailo vals, aunque a nadie he visto hacerlo mejor que mi papá.
¿Salsero?
Totalmente.
¿Cómo hacemos para que el país lea?
En el plan lector debería estar la obligación de leer las ‘Tradiciones peruanas’ de Ricardo Palma.
¿No está?
Veo las cosas que les hacen leer a mis hijos y digo: ‘Dios bendito, mejor que no lean’.
Es terrible
Ya no se leen los clásicos, con mucha suerte les citan a Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa.
EL LADO POLÍTICO DE BEINGOLEA
Hablemos de política
Los grandes debates de antaño ya no se dan.
¿Ejemplo?
Asistía a las sesiones de la ‘Asamblea constituyente’ y veía debatir un político de derecha frente a uno de izquierda. Recuerdo a Polar con Jorge del Prado y los dos reconociendo el talento del otro. Hoy se escucha cualquier cosa.
¿Culpable son los Congresistas de todo lo qué pasa?
Ellos nos representan exactamente, porque somos quienes los elegimos.
¿Cómo lo resolvemos?
Con la educación, pero si un profesor de aula era Pedro Castillo, ya estamos fregados.
Una anécdota con Luis Bedoya Reyes
Él mismo la contaba. Podía postular a la Universidad Católica, pero él decide ir a San Marcos.
Adelante...
Entonces se enfrentaba con los comunistas y un día pasaban horas de horas debatiendo sobre la existencia de Dios.
Tremendo tema en cuestión...
Entonces el día iba acabando, no se ponían de acuerdo y cerca de las diez de la noche, uno de los que era una especie de moderador, gritó: ‘Ya tengo que irme a casa, van a ser las nueve de la noche. No sé a ustedes, pero en casa mi mamá me espera’.
¿Qué?
Sí y todo se definió con una votación y ganó Dios por un voto, ja, ja.
Muchas gracias
A ti y saludos a tus lectores.