El fútbol regresó el pasado sábado a Uruguay. Bajo estrictas medidas de seguiradad y protocolos sanitarios, la Asociación Uruguaya del Fútbol autorizó el ingreso a los estadios de unas 70 personas entre jugadores, cuerpo técnicos, dirigentes y otros auxiliares.
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Nacional y Peñarol, el superclásico, fue el partido más esperado; sin embargo, los televidentes no lo pueden disfrutar con tranquilidad por la densa nebilna que existe en la capital del pasís charrúa.
LA PREVIA DEL PARTIDO
El fixture quiso que el cruce más esperado del fútbol charrúa -el clásico más antiguo del continente- tenga lugar apenas en la cuarta etapa del torneo Apertura. Cuando el campeonato se congeló el 13 de marzo a raíz de la declaración de emergencia sanitaria por COVID-19, Nacional y Peñarol quedaron lejos de la punta, una situación poco frecuente.
Sin embargo, la reciente lesión de Guzmán Corujo trastocó los planes del estratega del ‘Bolso’ que ahora maneja varias posibilidades para armar su defensa. En esa línea de cuatro, los que por ahora tienen su lugar asegurado son Mathías Laborda y Agustín Oliveros, aunque no se sabe si este último jugará como central o como lateral.
Si juega en la banda, entonces ingresará al equipo el joven Renzo Orihuela, mientras que si lo hace en el centro de la defensa quien estará en el once inicial será Ayrton Cougo.