Pocas veces un solo hombre puede frenar un ejército. Pelé lo hizo. No necesitó llevar la capa de ‘Superman’, la armadura de ‘Iroman’ o el martillo de ‘Thor’. Él lo logró con su mejor ‘arma’: la pelota. El talento, el carisma y la genialidad de O’Rei’ hicieron que los enemigos pactaran una tregua y detener una guerra civil en Nigeria.
Pelé llegó a Nigeria con la condición de que se frenara la guerra y por tres días hubo tregua y los 'enemigos' disfrutaron del fútbol
Pelé lideró a un puñado de ‘espartanos’ del aquel poderoso Santos que recorría el mundo haciendo exhibición de su poderío. Y un histórico 4 de febrero de 1969 llegaron para darle paz y alegría a la ciudad de Benin, que estaba enfrascada en la tristeza y el dolor. Aquel conflicto civil conocido como ‘Guerra de Biafra’, que involucró temas étnicos, políticos y económicos se saldó con más de un millón de muertos.
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El astro brasileño ya tenía en sus manos las Copas del Mundo de 1958 y 1962. Pelé traspasaba las fronteras y era un fenómeno fuera de las canchas. Y aunque en esa época no existía el Internet, la televisión digital o redes sociales, el ‘Rey’ era conocido en todo el mundo.
Santos de Brasil hacía giras para obtener ingresos extra y en 1969 aceptó la atractiva oferta que Marien Ngouabi, presidente del Congo, le hizo llegar para amistosos en su país. Marien Ngouabi era un militar que había tomado el poder en el país africano en 1968 con ayuda del Ejército y quería ganarse el favor popular. Cuando Pelé y el ‘Peixe’ arribaron se dispuso un operativo de seguridad impresionante para evitar que la visita fuera aprovechada por los contrarios al Gobierno y provocar actos de sangre.
La presencia de Pelé hizo que hubiera una tregua entre ambos bandos políticos. Todo por verlo jugar. El partido acabó con triunfo ajustado 3-2 para Santos sobre la selección del Congo.
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PREMIO NOBEL DE LA PAZ
Después de haber frenado el enfrentamiento de dos bandos radicales y demostrar que el fútbol es más poderoso que las armas, Santos y Pelé salieron del Congo y se dirigieron a Nigeria, un país que llevaba dos años sumido en una de las guerras más sangrientas de África. Aprovechando la euforia, el dictador nigeriano Yakubu Gowon los invitó y así frenar la intención de los separatistas que querían fundar la República de Biafra. O’Rei respondió que solo irían si se paraba el conflicto civil. Y logró que durante tres días el pueblo se uniera, disfrutara del fútbol y dejara de lado la tristeza.
Una foto de Pelé y Daniel Anyiam, el primer capitán de fútbol de la selección nacional de Nigeria.
El Santos jugó dos partidos y durante 72 horas el balón le ganó a las armas. Fueron tres días de paz y tregua. Pero, lastimosamente cuando el equipo brasileño dejó el país, volvió la muerte.
Pelé no paró una guerra. O’Rei logró detener dos. Al menos por unos días. Por eso existe desde 1969 un cántico de los hinchas del club que dice: “Mi Santos es sensacional / Solo Santos detuvo la guerra / Con Rei Pelé Bi Mundial / El mejor equipo de la tierra”.
El astro del fútbol en su biografía afirmó que no sabe si fue cierta estas anécdotas. Quizá su humildad lo hizo no entrar en polémica. Pelé se llevó tres Copas del Mundo y aunque nunca fue Premio Nobel de la Paz, seguirá siendo único y legendario dentro y fuera de las canchas.
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