Mi gente de La Fe de Cuto acá sigo con la fe intacta, más firme que nunca, para continuar mi camino y traerles cada lunes una historia nueva y por supuesto cada viernes con mi programa La Fe de Cuto, con las conversaciones más divertidas con distintos invitados. El viernes se viene la segunda parte de la entrevista a Carlos ‘Negro’ Galván.

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Ahora les voy contar la historia de Anderson ‘La Comba’ Cueto, que acaba de cumplir 34 años, con Robert Lewandowski. A ‘La Comba’ lo conocí en el Juan Aurich de 2011, cuando salimos campeones con el ‘Ciclón’ en el histórico campeonato ante Alianza Lima, aquella final que se definió en un tercer partido, en el Estadio Nacional, esa tarde nació la popular frase: La fe es lo más lindo de la vida.

‘La Comba’ se formó en Sporting Cristal y a los 18 años, gracias a su talento, se fue a jugar al Lech Poznan de Polonia. Ese año llega al club polaco junto con el atacante Hernán ‘Charapa’ Rengifo y en el club ya estaba el volante peruano Henry ‘Pato’ Quintero, ex Alianza Lima.

Ese año 2008 también llega al Club Lech Poznan un delantero llamado Robert Lewandowski, en ese momento era un desconocido, tras una prueba se quedó en el club.

“Un día llegó Robert Lewandowski a prueba, digo eso porque jugó un partido de práctica sin contrato y por él se peleaba otro club de Varsovia. Luego de esa práctica demostró que era un crack. En un partido demostró toda su calidad, su jerarquía y su capacidad goleadora. El DT de inmediato pidió su contratación”, me cuenta Cueto.

No eran grandes amigos, pero por ser jóvenes, la misma edad, había una química especial. “Yo me sentaba a 4 casilleros de él en el vestuario. Robert Lewandowski era súper tranquilo, no se metía con nadie, vivía su mundo con el celular en la mano, como todos los jóvenes”, asevera ‘La Comba’.

También Anderson Cueto recuerda una anécdota que le tocó vivir con Robert Lewandowski. “La historia que siempre la cuento a mis amigos es que una vez nos tocó jugar la pre UEFA contra Udinese de Italia y un zaguero que jugaba con toperoles altos lo agarró y le cortó en el empeine del pie derecho. En el entretiempo salió. Todos pensamos que ya no volvía al campo con tremenda herida. El doctor le cosió, suturó la herida, le anestesió y al campo, Robert Lewandowski siguió jugando. Todos nos quedamos impresionados. Tiene unos huevos. Y jugó todo el partido. Parador el ‘blanco’”, narra Cueto.

Ahora Cueto camina al lado de Carlos Zambrano y revela las conversaciones que suele tener con el ‘Káiser’ sobre los enfrentamientos con Robert Lewandowski. “Hablando con mi compadre (Zambrano) me cuenta que, así como él le daba a Lewandowski, él también se la dejaba, ambos iban al choque, se pegaban bien. Por eso es que se respetan. Los dos iban fuertes”, relata.

Un día en el 2011, en ese tiempo, ‘La Comba’ era mi hijo, ahora el ‘Káiser’ Zambrano me lo quitó, le entró una llamada desde Polonia. “Efectivamente, un día llamé a un amigo de Polonia y no me respondió. Luego él me devolvió la llamada y comenzamos a conversar y me pasó con Robert Lewandowski que ya había fichado por el Borussia Dortmund, yo me dejaba entender con el idioma polaco. En ese momento todavía no era muy famoso”, recuerda Cueto.

Pasó el tiempo, unos años después el nombre de Robert Lewandowski se hace muy famoso por sus goles y luego de su llegada al Bayern Munich y toda su capacidad goleadora. Por eso un día recordé esa anécdota de la llamada y lo llamé a ‘La Comba’ para que me sacara de dudas si el jugador que un día conversó en el año 2011 fue el mismo goleador y ahora famoso.

Así fue, era el mismo, así es el fútbol. “Hernán Rengifo era titular, luego el DT lo ubicaba a los dos, a Robert Lewandowski y Hernán Rengifo, de titulares y salimos campeones en el fútbol polaco”, recuerda Anderson Cueto.

Nos leemos el próximo lunes.

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