Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
’Si usted cree que los superhéroes nacen y se forman en Hollywood, está equivocado. Sin capa, ni avión invisible, el Perú tiene su propia ‘Mujer maravilla’ con un presente excelente y un pasado único. Cecilia Tait es equivalente a Pelé, Maradona o Messi. Genial voleibolista que en plena cuarentena repasa los momentos que la convirtieron en una leyenda.
¿Cuánto les dieron de viáticos en Seúl 88?
Cuatro dólares diarios. Antes eran tres, pero como habíamos jugado buenos mundiales los subieron para esa Olimpiada.
¿Tan poquito?
A la selección no se llegaba a ganar plata, sino que siendo las mejores íbamos a obtener buenos contratos.
¿Siempre usaste la camiseta ‘7’?
Vestía la ‘11’. Un día ‘Mister’ Park se me acercó y me dijo: ‘Esa la usan las mejores del mundo’.
Qué tal responsabilidad...
Cuando no entrenaba con todo, se me acercaba y gritaba: “¡No has entendido nada. Trabaja para ser la mejor, por algo te he dado esa camiseta!”.
¿Una anécdota?
Nos dieron nuestro uniforme para un partido en Lima y lo olvidé en mi casa de Nueva Esperanza. Como era tan lejos, no fueron a recogerlo.
¿Cómo lo solucionaron?
Agarraron la camiseta de una compañera y le pusieron el ‘7’ con el esparadrapo que protegíamos los dedos.
¿Te castigaban si llegabas un minuto tarde al bus?
Tenías que cargar el agua, la bolsa de uniformes y otras cosas. Eso pasaba más cuando estábamos en el extranjero.
¿Con quién dormías en las concentraciones?
Con Rosa García, a veces con Alejandra de la Guerra y Katherine Horny.
¿Todo bien?
Muchas no querían dormir conmigo, porque era bien estricta.
¿Por ejemplo?
Dormir temprano y soy exageradamente ordenada. En el día libre, no perdía tiempo y lavaba el único par de zapatillas que me habían dado.
¿Uno solo?
Sí. Para Seúl subimos a dos pares, ja, ja, ja.
¿Veías mucha televisión en el hotel?
El técnico ordenaba que no haya nada de eso en la habitación. Decía que después no dormíamos bien por estar pegadas a la pantalla.
¿Encender el ‘pebetero’ de los Panamericanos fue un broche de oro a tu carrera?
Siempre sentí que, a nivel oficial, nunca habían dado el reconocimiento a mi generación por todo lo que habíamos hecho. Ese día me sentí recompensada.
¿Más que ganar la medalla de plata en las Olimpiadas?
El nacimiento de mis hijas y encender el pebetero son las cosas más importantes que me han pasado en la vida.Y encima la antorcha te la dio ‘Lucha’ Fuentes...Mi otra mamá. Cuando empecé me llevaba a su casa, me jalaba la oreja y me cuidaba.
¿Cómo te enteraste que ibas a ser la elegida?
Nos avisaron que era la última, fui donde ‘Lucha’ y le dije que ella iba a participar.
¿Qué te respondió?
Me preguntó: ‘¿A quién se la voy a pasar?’. Le dije que a mí. Nos abrazamos y lloramos de emoción.
¿Una historia especial con ella?
Mi primer período menstrual me llegó estando concentrada con la selección y no sabía qué era eso. Ella se acercó, me explicó y hasta me recomendó qué toalla higiénica usar.
¿Cómo va la cuarentena?
Al principio tuve miedo, pero ahora me despierto, pongo YouTube y hago 15 minutos de yoga. Luego estudio inglés con ‘Pancho’ Ochoa y estoy leyendo ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, del escritor sueco Stieg Larsson.
Me quedé pensando en el reconocimiento oficial. El pueblo te ama...
Yo nunca era de declarar de más, como para que la gente se emocione. El ciudadano de a pie sabe que en la cancha dejaba todo por mi país.
Gracias y a seguir cuidándose...
Las cincuentonas debemos cuidarnos bastante, pero mi hija dice que estoy más fuerte que ella. Gracias al diario Trome que siempre nos tiene presentes.