El espejo tiene dos caras, como lo miras tu, como te refleja él. El fútbol también. A sus 31 años, Luis Advíncula debe conocer esto y su decisión de aceptar la oferta de Boca Juniors engloba lo que será su destino en la recta final de su carrera de aquí a algunos años. El marcador derecho no estuvo en la Copa América con la selección peruana, pero sí logró el ascenso a la primera división de España. Tiempo de sobra para pensar su decisión tuvo.
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Ganador de Copas Libertadores, Copas Intercontinentales, torneos locales y dueño de una rica historia, Boca Juniors es una seducción constante. El querer oír a su hinchada corear tu apellido en la ‘Bombonera’ o ver cómo te contagian de pasión puede influenciar y mucho.
Pero si nos centramos en este momento de Advíncula es inevitable comparar el ponerse la camiseta ‘xeneise’ con jugar en una de las tres mejores ligas del mundo, la española. Pasar del Santiago Bernabéu chocando contra Real Madrid al Camp Nou donde te mides con el Barcelona no tiene punto de igualdad con un día tener que estar en la cancha de Platense.
El partido más intenso y esperado de Boca Juniors en el año es el clásico con River Plate, que de seguro Luis Advíncula ya palpita, pero ¿Qué hay más allá? Una Copa Argentina donde puedes enfrentar a Villa Mitre o una Copa Libertadores donde Boca ha venido fracasando hace más de 10 años
Se entiende la pasión y la efervescencia que despierta el fútbol argentino, pero aquí también analizamos la ‘vitrina’ para el salto. Mostrarse con Rayo Vallecano y destacar significa que otros equipos del mismo país o en la misma Europa te tengan en carpeta. Con 31 años, Advíncula debiera pensar eso.
Siendo un lateral veloz y valiente, pero también desordenado y sin acierto para cubrir al zaguero central, el jugador de la selección peruana hace una apuesta arriesgada que incluso tiene poco que ver con el dinero. Cobrar en dólares en Argentina ya de por sí es un problema por los tipos de cambio, mientras que la tranquilidad de recibir el salario en euros otorga otra estabilidad.
Las diferencias entre el fichaje de Carlos Zambrano por Boca al de Advíncula son dos; el defensor no tenía ofertas interesantes en Europa y tampoco continuidad - a diferencia del marcador derecho - y nunca había jugado en América. Pero atención, Zambrano tuvo un par de errores y perdió el puesto que le habían dado. Nadie garantiza que no le pase lo mismo a Luis Advíncula que tiene detrás un joven prospecto de 21 años como Marcelo Weigandt al que Boca ‘repatrió' desde Gimnasia.
Cuidado que los ‘boliches’, la ‘cumbia’ o las fiestas también vienen en el ‘combo Boca’ y sino pregúntenle a los colombianos del plantel ‘xeneise’. ¿Puede Advíncula destacar en el club y volver a Europa? Todo se puede, claro. Pero atención que el club ‘xeneise’ no ha vendido jugadores a grandes equipos del ‘viejo continente’ hace muchos años. Hace poco transfirió a dos futbolistas, pero a México y Austria.
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Es extraño que a un jugador que le tomó tiempo afirmarse como titular en Rayo Vallecano y que fue parte de la pelea por ascender a la élite de España, hoy le sea tan fácil hacer la maleta. Quizás cuando le toque marcar al delantero de Aldosivi y no a Karim Benzema se de cuenta de la firma que estampó.
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