Un momento de locura se vivió en los últimos minutos de Ecuador vs. Brasil. Ambas escuadras igualaban 1-1 y el combinado local buscaba el triunfo. En el epílogo del compromiso, el árbitro Wilmar Roldán observó que el portero de la ‘Canarinha’, Alisson, cometía una falta sobre Ayrton Preciado y cobró penal.
Luego, el juez principal le sacó tarjeta amarilla—que sería su segunda—por lo que inmediatamente le mostró la roja al guardameta de Liverpool. Sin embargo, los asistentes del VAR lo llamaron para revisar la jugada y él accedió. Luego, vio detenidamente la acción y decidió que no era infracción por lo que el arquero se salvó de irse a las duchas.
En el primer tiempo, Alisson vivió una situación parecida. A los 28′, el ‘1′ de Brasil abandonó el área para anticipar la ofensiva de la ‘Tricolor’. Entonces, el guardameta estiró la pierna para rechazar el globo. Enseguida, el jugador bajó la extremidad y en ese movimiento golpeó duramente a Enner Valencia. De ese modo, el juez, que estuvo cerca a la escena, le envió directamente a las duchas.
El compromiso en Quito se paralizó para atender al atacante ecuatoriano y, de paso, para las protestas de los brasileños, que, al mismo tiempo, solicitaron un apoyo en la tecnología para una posible rectificación. Tras unos minutos de tensión, el colegiado colombiano se dirigió al monitor ubicado en el borde de la cancha del estadio Rodrigo Paz Delgado.
Tras observar detenidamente todas las repeticiones y desde diversos ángulos, Roldán reingresó a la cancha y se acercó a Alisson. De inmediato, el árbitro anuló el primer cobro (la tarjeta roja) y tomó una nueva decisión (la tarjeta amarilla). Así, el arquero de Brasil se salvó de marcharse antes de tiempo a los vestuarios.