El teléfono sonó en casa, cuando levantó el auricular, del otro lado de la línea, una voz conocida le avisaba: ‘Mañana debes presentarte a la pretemporada con el primer equipo’.
Junior, porque en su hogar siempre lo llaman por su segundo nombre, preguntó incrédulo: ‘¿Es en serio?’. Tenía solo 16 años, no estaba seguro de que iba a ser futbolista, pero desde ese momento toda su vida se transformó. La selección, clubes del extranjero y por fin, el bendito Mundial. Alberto Rodríguez llevó el brazalete de capitán en el último escalón para clasificar a Rusia 2018. De hablar medido, sin alterarse, abrió su corazón y narró lo que pocos saben.
¿Eres mudo?
Soy reservado.
¿Quién te puso la chapa?
Cuando me promovieron en Cristal, bajo la dirección técnica de Autuori, me decían: ‘Tú no hablas’.
¿Quiénes estaban en ese equipo?
Percy Olivares, Roberto Palacios, Flavio Maestri, Julinho.
Ahí qué ibas a abrir la boca.
Tenía 17.
Pero sí tienes ‘floro’.
Mucho más que ellos.
Nunca te hemos visto llevarte ‘carne y hueso’ en una jugada.
A nadie le he pegado con intención.
¿Para ser central, no serás muy sano?
Cada quien tiene su estilo.
¿Te recomendaron ‘hacerte sentir’?
Estaba concentrado con el Sporting Braga y el gerente del club me llamó para presentarme a Mourinho, que estaba en la recepción.
¿Y qué te dijo?
Tú eres el ‘Mudo’, tienes que hacerte sentir y ser más agresivo.
¿Cómo entiendes tú ser ‘agresivo’?
Estar alerta, anticipar, leer la jugada.
Te lesionas seguido, ¿es por tensión, estrés o tienes las piernas de cristal?
Eso, la verdad, me tiene sin cuidado.
Pero lo comentan.
La gente recuerda que clasificamos para el Mundial.
¿Ya te llaman tío?
Jamás pensé que me dirían de esa manera.
¿Los rivales cómo te saludan?
Hola, tío, ¿cómo estás?
¿Qué opinas?
Me siento raro porque no creo que lo sea.
¿Y en el colegio de tus hijos?
Ahí me llaman señor y también es extraño.
¿Es cierto que pagabas la multa con tal de no salir a la conferencia de prensa?
A esa edad, a ningún chico le gusta.
¿Te daba miedo decir cualquier pachotada?
No por temor, siempre fui perfil bajo.
¿En Europa hiciste lo mismo?
Allá no hay tanto asedio.
¿Te pasaron cosas ‘singulares’ desde que clasificamos para el Mundial?
En un restaurante no me cobraron.
¿Otra anécdota?
En el market de un grifo, un señor me felicitó. Se fue, tomé lo que deseaba y en la caja me comunicaron que ya había cancelado todo.
¿Conclusión?
Ojalá se dé seguido, ja, ja.
¿La cinta de capitán pesa?
Es una responsabilidad, pero no me hace diferente, soy uno más. En este equipo todos somos líderes.
Paolo Guerrero jugará el Mundial. Eso alegró al país.
A mí también y a la gente, porque es una pieza importante de la selección, como todos.
¿Cuándo te diste cuenta de que podíamos soñar con Rusia?
Después de perder en el ‘Centenario’. Me di cuenta de que pese a la derrota, le podíamos dar pelea a cualquier equipo.
Ese día te tomaste un ‘jugo de naranja’ con Luis Suárez.
Es muy inteligente y mañoso.
¿Te chambea, te trabaja a la boquilla, te conversa?
A Christian Ramos creo que le habló, pero a mí no. Lo hace para desconcentrarte.
¿Cuando te convocaron, pensaste ‘otra vez, nuevo fracaso’?
Me había cansado de participar en las Eliminatorias, pero uno siempre dice: ‘A ver qué pasa’.
¿Dónde estuvo la diferencia?
Llegó la mentalidad ganadora.
¿Quién la dio?
El grupo.
¿Es cierto que Radamel Falcao los convenció para ‘arreglar’ el resultado?
Había salido lesionado, pero esto es un juego y si te beneficia a mí y a ti, no sé cuál es el drama.
Se confabuló todo a nuestro favor.
No me olvido de que el TAS nos ayudó. Se dieron situaciones importantes, dentro y fuera de la cancha.
¿No te hemos visto intercambiar camisetas?
Pocas veces, porque hay ocasiones en las que ganas y el rival está fastidiado por la derrota o al revés.
¿Ni siquiera cuando alguno de tus hijos te lo ha pedido?
Uno de ellos es hincha del argentino Paulo Dybala, me ha pedido que le pida su camiseta y le he dicho que no es lo mío, igual intentaré cuando se dé la oportunidad.
Nombraste a Mourinho hace un rato, ¿otro ‘fuera de serie’ con el que hayas compartido?
En España me cité en un restaurante con mi representante Jorge Mendes, el mismo de Cristiano Ronaldo. En la misma mesa estábamos los tres y CR7 se portó de una manera muy sencilla, bromista y recontragracioso.
¿Sigues congregando?
Voy a la Iglesia Bíblica Internacional ‘Jesús Rey de Reyes, Señor de Señores’.
¿Su ubicación?
Por el cruce de la avenida Sáenz Peña con avenida 2 de Mayo, en el corazón del Callao.
¿Te ‘paltea’ entrar a esa zona?
No pasa nada.
¿Le han metido bujiazo a tu ‘nave’?
No. Dejo mi carro afuera.
¿Por qué no chocan contigo?
La gente sabe quién es quién.
¿Eso significa?
Si eres ‘botado’, déspota o ‘agrandado’, te tratan de igual forma, pero si eres humilde, eres uno más.
¿Te han picado?
Algunos y si hay la posibilidad, doy. En los barrios del puerto tengo buenos amigos.
¿De chico juntabas el álbum del Mundial?
Sí.
¿Zaguero toda la vida?
Fui delantero, pero si me quedaba en ese puesto, no hubieran aparecido Paolo ni Jefferson, ja, ja.
¿Un ídolo?
Ronaldo, el delantero de Brasil. Ver sus videos me hace retroceder a mis tiempos de chico.
Muchas gracias en nombre del Perú y los lectores de Trome, porque eres de hablar poco y hoy repasaste tu carrera deportiva y vida personal.
Gracias a ustedes, ya tienen material para todo el 2018 y que se acabe el apodo de ‘Mudo’, ja, ja.