Hoy en día, el nombre de Lisardo Guarinos Riera es muy famoso en México y en toda Latinoamérica por su participación en “Rebelde”, la telenovela juvenil producida por Televisa que tuvo más de 435 episodios emitidos al aire y se convirtió en toda una sensación a inicios de los años 2000.
Sin embargo, esto no siempre fue así. Se sabe que los actores no siempre acaban como grandes estrellas de la televisión o del cine. En ocasiones esto requiere mucho trabajo duro en las artes dramáticas y contactos que los recomienden a grandes productoras como la ya mencionada Televisa.
En el caso de Lisardo también fue así, pero con la diferencia de que él era un español que había viajado a México para un casting con un amigo y terminó conquistando el país con sus dotes actorales. El camino no fue fácil, y de hecho hasta tuvo que aprender a perder el acento antes de participar en “Rebelde”.
¿Qué pasó exactamente con Lisardo Guarinos y Televisa? El histrión narró en una entrevista al programa “El Minuto que Cambió mi Destino” todo lo que pasó en su llegada a México, sus inicios en las telenovelas y el momento en el que le dijeron que tenía que perder su acento español para seguir progresando en México.
LAS CONFESIONES DE LISARDO GUARINOS DE “REBELDE”
El también actor de “Rubí” y “Corazón Salvaje”, se sentó junto al presentador de “El Minuto que Cambió mi Destino” para conversar un poco de sus inicios en México, un país que desde el primer momento él sintió que le abrió las puertas cuando llegó a hacer un casting junto a Morris Gilbert:
“Hice el casting allá (España), luego hice el casting acá (México), y tuve que estudiar con dos americanos respiración que a mi me sirvió mucho después para meditar, pero también me ayudó mucho para cantar (...). Yo me enamoré de México, me acuerdo que yo llegué a México y viví en la calle Puebla, enfrente de los teatros Telmex,” comenzó su narración Lisardo.
“No conocía otra cosa de México, me la pasé ahí casi un año sin poder ver qué era México, pero sí conecté con mucha gente del medio. Creo que fue la producción de “Miserables” los que hicieron que me enamorara de este país, era una compañía bien bonita, bien bella. Estaba D’Alessio, Darío Ripoll, que es uno de mis mejores amigos. Aún recuerdo a cada uno de todos ellos, tenemos contacto y aún nos hablamos”.
A pesar de que amaba trabajar con esta compañía, él solo estuvo poco tiempo con ellos, ya que solo había llegado al país para reemplazar a Vittori, actor argentino que solo estuvo con ellos cuatro meses, y luego de ese tiempo necesitaban a otro, así que Lisardo tomó la oportunidad y se unió a ellos.
Todo se le complicó porque Morris le insinuó que luego de sus presentaciones ya había terminado con ellos, algo que le pidió el actor que reconsiderara. Fue él quien le preguntó por qué no se presentaba a un casting de “José, el soñador”, así que dicho y hecho se fue y Lisardo consiguió el papel del Faraón, uno muy cómodo para él:
“Me presenté, quedé del faraón; mi papel era tan cómodo porque cantaba una canción y tan tan. Ahí sí aproveché mucho para conocer México, empecé a conocer todo y a viajar con los amigos, a conocer todo el espíritu que hay por los pueblos de México y eso es lo que el país me enamoró”, comentó.
El actor entonces reconoce que no había mucho trabajo en esos años para el teatro, así que decidió probar suerte en la televisión. Le pidió a su amigo Roberto Blandón que llevara algunas fotos de él a Televisa, para poder hacer algún casting con ellos y participar en alguna telenovela.
“Siempre fue muy generoso. Entonces me llamó Eugenio Cobo, tuve una reunión con él, me dijeron que me tenía que quitar el acento, neutralizarlo. Me puse a tomar clases, pero no duró mucho tiempo porque se presentó el casting de “Rebelde”(...). Me presenté y fui el papá de Roberta, Dulce María”, finalizó.
Lisardo agradeció a todos sus fans y a la oportunidad que le dio México para desarrollar su carrera, en especial por su participación en “Rebelde” y todo el cariño que había recibido por su papel. Especialmente en Brasil, comentó, tiene muchos fans, que solamente lo conocían por esa telenovela, pero estaba muy contento con ellos.