Ha pasado casi una semana desde que el paseador de perros de Lady Gaga, Ryan Fischer, fue atacado por delincuentes para secuestrar a las mascotas de la cantante.
El joven recibió un disparo cuando se encontraba en la calle con los bulldogs francés de la estrella. Dos de ellos, Koji y Gustav, fueron robados.
“Hace cuatro días mientras un auto iba a toda velocidad y me dio una herida de bala, un ángel se agachó y se puso junto a mí. Mis gritos de pánico se calmaron luego de verla, incluso si la escandalosa sangre que estaba a su alrededor era mía”, comentó al inicio de su declaración en Instagram.
“Me aferré a Asia tan fuerte como pude, le di las gracias por las aventuras que habíamos vivido juntos, me disculpé porque no pude defender a sus hermanos y me prometí que los salvaría”, contó sobre le momento de terror que vivió.
Fisher afirmó que en dicho momento solo trataba de pensar en las mascotas y la ayuda que daría para dar con ellas. “Con la esperanza que mis súplicas tranquilas y contundentes por la urgencia de mi cuidado, así como las descripciones enfocadas de los perros, fueran suficientes para ayudarme y obtener suficiente atención de la policía y los medios para encontrar a los niños (perros)”, agregó.
Asimismo, señaló que aún se encuentra en recuperación. “Luego de estar cerca de la muerte, traté de estar lejos de las redes sociales y prometo que después diré más sobre lo que pasó. ¿Y ahora? Todavía se necesita mucha recuperación, pero espero con ansias el futuro y el momento en que me bombardeen con besos y lamidos (¿y tal vez incluso un pipí de emoción?) de Asia, Koji y Gustav”, sentenció.
El joven afirma, además, que recibió la ayuda de Gaga y su familia, quienes se mostraron preocupados por lo que le pasó.