siempre será la . La actriz venezolana cuenta con una gran trayectoria artística, pero sin duda, ella siempre será reconocida por el gran trabajo que realizó al interpretar un doble papel en la historia original de Beatriz Sheridan en 1998.

La intérprete tenía 25 años cuando fue convocada para ser la protagonista de esta producción y nunca imaginó que sería todo un éxito en México, Latinoamérica y diversos países del mundo que aún recuerdan mucho a la malvada ‘Paola Bracho’.

Pero no todo fue fácil en la carrera de la actriz venezolana, ya que por tener una doble interpretación tenía que trabajar mucho más para lograr canalizar la doble energía que tenían sus personajes y sin duda, esto ocasionaba que termine completamente exhausta, así que esto provocó que en muchas ocasiones se quedará dormida en el set de grabación y la actriz Adriana Fonseca lo recuerda muy bien.

Para La usurpadora, Gaby Spanic asumió el reto de caracterizar dos personajes al mismo tiempo (Foto: La usurpadora / Televisa)
Para La usurpadora, Gaby Spanic asumió el reto de caracterizar dos personajes al mismo tiempo (Foto: La usurpadora / Televisa)

LAS VECES QUE GABY SPANIC SE QUEDABA DORMIDA

Cuando la historia comenzó a volverse algo monótona, Televisa decidió hacer ingresar un nuevo personaje que se debía enfrentar a las hermanas y se trataba de la actriz Adriana Fonseca. La intérprete se puso en la piel de Verónica Soriano, quien se enfrentó con Paulina por el amor de Carlos Daniel Bracho.

“A mí me tocó entrar a la mitad de la telenovela y pues sí, estaba un poco nerviosa porque entraba yo a hacer un triángulo amoroso con Fernando Colunga y Gaby Spanic y pues ellos ya estaban involucrados y demás, entonces fue muy emocionante y una gran responsabilidad”, recordó la actriz en un video que grabó par su canal de.

Adriana Fonseca recuerda la vez que trabajó al lado de Gaby Spanic (Foto: Instagram / Adriana Fonseca)
Adriana Fonseca recuerda la vez que trabajó al lado de Gaby Spanic (Foto: Instagram / Adriana Fonseca)

La actriz mexicana recuerda a su colega como una mujer muy generosa y buena compañera, pero siempre enfocada en el trabajo: “Era mega disciplinada. La entiendo perfecto porque aparte es extranjera y tenía que trabajar el acento neutro, tenía que trabajar una personalidad buena y tenía que trabajar la personalidad mala malísima, entonces tenía que estar todo el tiempo superconcentrada y siempre estaba con un coach trabajando su acento”.

Algo que recordó Fonseca, y en lo que muchos de sus compañeros coincidieron, era que Spanic solía quedarse dormida en el set.

“Le pasaba muy seguido, y no la estoy criticando, al contrario, la admiro muchísimo por todo el trabajo que hacía, se quedaba dormida. Parecía una cenicienta, bellísima, así su cara maquillada perfecta, pero dormidísima porque, señores, los llamados son a veces desde las seis/siete de la mañana y terminas a las 11 de la noche, entonces entre escena y escena, entre cambio de luz, entre cambio de set, ahí se echaba su pestañita y sí la vi varias veces. En estos tiempos ya le hubieran sacado mil fotos, pero en esos tiempos pues no había la tecnología que hay ahora con los celulares”, explicó.

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