Son pocas las personas en el mundo que no conocen el nombre de “El Chavo del 8″. Esta serie de televisión cómica mexicana se creó en 1973 por Roberto Gómez Bolaños y se convirtió en uno de los programas más famosos de la televisión latinoamericana, llegando a nuevas fronteras en todo el mundo y formando parte de la cultura popular mundial.
El programa se basaba en las divertidas aventuras de su protagonista, el Chavo, quien vivía en una vecindad humilde junto a otro grupo de personas. En elenco se encontraron actores como Ramón Valdés, Carlos Villagrán, María Antonieta de las Nieves, Florinda Meza, Rubén Aguirre, el mismo Roberto Gómez Bolaños y muchos más que hoy son recordados con cariño.
La serie, a pesar de ser originalmente creada para un público adulto, fue muy popular entre los niños y las familias, estimándose que cada semana más de 350 millones de personas veían sus capítulos frente a la televisión nacional de México. Con esto, no es de extrañar que todos conozcan la clásica canción del “Chavo del 8″.
Sin embargo, la composición no la creó Chespirito, sino el mismísimo Ludvig Van Beethoven, famoso compositor y pianista alemán. Este descubrimiento llevó a una demanda contra el productor y actor de televisión, así como contra Televisa por permitir que el programa utilizara la canción sin los permisos adecuados. ¿Qué pasó?
EL VERDADERO ORIGEN DE LA CANCIÓN INTRODUCTORIA DE “EL CHAVO DEL 8″
Para comprender la historia de esta canción, tenemos que ir a 1811, cuando Ludwing Van Beethoven compuso una música instrumental para una obra de teatro de August Von Kotzebue llamada “Las ruinas de Atenas”. Esta se estrenó el siguiente año 1812, pero no fui muy popular y la verdad es que fue olvidada poco después.
Beethoven no había escrito una, sino varias melodías que se reproducían durante la presentación que se había desarrollado en Pest, una de las dos mitades de la capital húngara Budapest. Una de estas melodías era una variación que el mismo compositor había creado tres años antes: la 6 Variaciones en D Mayor Op.76, también conocida como La Marcha Turca.
Como ya se mencionó anteriormente, tanto la obra como las composiciones de Beethoven se hubieran quedado en el olvido de no ser por el compositor Jean-Jacques Perrey, un pionero en la música electrónica que recogía varios extractos clásicos y los convertía a nuevas vertientes a modo de experimentación.
Fue así que él vio el potencial de la melodía y la introdujo en uno de las grabaciones de sus discos, el álbum Moog Indigo de 1970, un título homónimo a la canción compuesta por Duke Ellington y Barney Bigard. Esta grabación fue importante porque fue uno de los primeros álbumes comerciales que se interpretaron exclusivamente en sintetizadores. Esta es la canción “The Elephant Never Forgets” de dicho álbum:
Al reproducir la canción, desde el primer segundo se reconocen los sintetizadores característicos del inicio de un capítulo de “El Chavo del 8″. Al parecer, Chespirito había utilizado estas composiciones con la esperanza de que nadie la reconociera, o tal vez simplemente no esperaba que su producción fuera de talla internacional.
Lastimosamente, no solamente utilizó la canción “The Elephant Never Forgets”, sino que también utilizó “Country Rock Polka” y “Baroque Hoedown”, la primera siendo parte del mismo álbum Moog Indigo y la segunda una composición del ya mencionado Jean-Jacques Perrey junto a Gershon Kingsley, que estuvo presente dentro del disco The In Sound From the Way Out! de 1966.
De la mano con Televisa, Chespirito utilizó estas canciones como un repertorio original de su creación tanto para “El Chavo del 8″ como para “El Chapulín Colorado”. Durante años los programas transmitieron este contenido sin pagar ningún tipo de derechos, pero el alcance del mismo llegó a la Asociación Jean-Jacques Perrey, quienes tomaron cartas en el asunto.
Roberto Gómez Bolaños y Televisa fueron demandados legalmente por evasión de pagos en los derechos musicales. Dentro del conflicto se encontraron Univision Communications Inc, Galavisión Inc., Xenon Pictures Inc. y Lionsgate Entertainment Inc., todos responsables de no atribuir y pagar los derechos de las canciones a su respectivo creador original.
La demanda se solucionó un año más tarde, con un acuerdo millonario entre las partes participantes. Se desconoce completamente la cifra que Televisa tuvo que pagar por los derechos de las canciones que había utilizado en “El Chavo del 8″, pero ahora todo el mundo sabe que sus pegajosas canciones fueron creaciones de Ludwing Van Beethoven y Jean-Jacques Perrey.