Marisol Estela Alva fue asesinada en la habitación que alquilaba junto a su hermana Rosmery en San Juan de Miraflores. Aparentemente, tras el crimen, su cuerpo sin vida fue trasladado en una minivan hacia Villa El Salvador, donde fueron vistos varios sujetos enterrando el cilindro donde estaba introducido su cadáver.
Según la Policía, en medio de las diligencias para encontrar al principal sospechoso del asesinato de Marisol Estela Alva, Luis Estebes Rodríguez, se intervino la casa de la familia del suboficial del Ejército, ubicada en Villa María del Triunfo.
Allí lograron incautar una minivan gris de placa ERM-127 a la hermana de Luis Estébes Rodríguez. En el vehículo encontraron rastros de cemento y sangre, por lo que creen que allí habrían sido trasladado el cilindro con el cadáver de Marisol Estela Alva.
Según consignó América Noticias, el vehículo era rentado por Luis Estebes Rodríguez para el reparto de productos de pastelería de su negocio familiar, el mismo que habría sido financiado por Marisol Estela Alva, quien pidió un préstamo a su tía para pagar la maquinaria.
Cabe indicar que Rosmery, hermana de Marisol Estela Alva, contó que la joven se hizo un préstamo de 30 mil soles para comprar maquinaria y abrir un negocio de panadería con Luis Estébes Rodríguez. La familia del principal sospechoso del crimen también trabajaba con las máquinas costeadas por la estudiante de Enfermería, sin embargo su entonces pareja se negó a pagar las cuotas del crédito que solicitó.
Marisol Estela Alva fue degollada el pasado viernes en el cuarto que rentaba en San Juan de Miraflores, según la necropsia y las recientes pruebas de luminol realizadas por los peritos de la Policía.
Luego, su cuerpo fue quemado con ácido para evitar que lo reconozcan, introducido en un cilindro y tapado con cemento. Posteriormente, habría sido conducida hacia Villa El Salvador en la miniván que utilizaban para repartir sus productos de panadería.
Una vez en Villa El Salvador, varios sujetos cavaron un hoyo con una retroescavadora, que fue alquilada por Luis Estebes Rodríguez, según confirmó su propietario. Allí metieron el cilindro pero antes de sepultarlo por completo, fueron vistos por vecinos que los obligaron a huir y dejar el trabajo a medio terminar.