Aunque pueda parecer que los niños viven en su propio mundo sin preocupaciones, ellos también experimentan estrés. “Todos sentimos tensión en cualquier momento. En los pequeños esta reacción puede ser desencadenada por diversas situaciones, como cambio de casa, el inicio del colegio, los exámenes, conflictos en el hogar y bullying”, indica la psicóloga Mayra Velásquez Puelles.
Los niños -precisa la especialista- pueden evidenciar el estrés en distintas formas: estar más irritables, mostrar cambios en su rendimiento académico, perder el apetito, tener dolores de cabeza y/o estómago, sentirse desanimados. Por eso, es fundamental que los padres identifiquen estas señales y los ayuden, no deben dejarlos a su suerte.
Qué hacer
♦FOMENTA LA ACTIVIDAD FÍSICA. Les ayudará a canalizar sus emociones. Pueden correr, montar bicicleta, jugar en el parque.
♦DIÁLOGO ABIERTO. Habla con ellos y explícales, según su edad, que lo que sienten es normal, que es parte de sus emociones y tienen que aprender a sobrellevarlo.
♦BUEN EJEMPLO. Los padres deben mostrar cómo manejar el estrés, ya que los niños suelen imitar lo que ven en casa. No repitas a cada rato: ‘estoy estresado’ o ‘ya no puedo más con el estrés’.
♦BUSCA AYUDA. Si el estrés se vuelve crónico o traumático (el niño se pone agresivo) es importante acudir a un especialista.
Muy importante...
Los padres deben validar las emociones de sus hijos, esto les dará a los chicos más confianza para que digan qué les preocupa. No los griten o minimicen sus sentimientos.
AGRADECIMIENTO: FACEBOOK/Psicóloga Mayra Velásquez Puelles
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