Hablar con los niños, entre los tres y seis años, sobre temas delicados, como la muerte o los problemas económicos en el hogar, puede resultar complicado. A estas edades, los pequeños están en una etapa de desarrollo emocional donde aún no comprenden bien el mundo que los rodea. Sin embargo, es fundamental ser sinceros y abordar estos temas con sensibilidad, adaptando el lenguaje a su nivel de comprensión.
“Es importante no mentirles ni evadir la verdad, pero también es esencial que les ofrezcamos una versión que ellos puedan comprender y manejar emocionalmente. Además, deben permitirle a los chicos expresar sus emociones sin presiones y brindarles seguridad, destacando que no están solos”, aconseja el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
Uno de los temas más delicados es la muerte. “Podemos explicarles que la muerte es como un descanso largo, y que aunque esa persona ya no está físicamente, siempre vivirá en nuestros recuerdos”, señala el especialista.
Cuando se trata de problemas económicos en el hogar, el enfoque debe ser diferente. “No necesitan saber detalles complejos, pero sí es útil que entiendan que hay momentos en los que las cosas pueden ser difíciles, y que todos en la familia están trabajando juntos para mejorar la situación. Lo importante es mantener la calma y no transmitir ansiedad”, afirma.
Datito
Enfrentar estos temas con sensibilidad no solo ayuda a los niños a comprender mejor lo que sucede a su alrededor, sino que también fortalece su capacidad emocional para enfrentar situaciones complejas en el futuro.
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