“Mientras más trabajas, más suerte tienes”, reflexionó el chef peruano Jaime Pesaque, en comunicación vía Zoom desde Holanda, nos contó lo duro que ha sido sostener el restaurante ‘Mayta’ de comida contemporánea, durante 15 años. La travesía no ha sido fácil, pero el premio es gratificante para él y para el Perú: Hoy se ubica entre los mejores 50 restaurantes del mundo, exactamente en el puesto 32.
“Estoy muy contento de pertenecer a los 50 mejores restaurantes del mundo. Mis amigos Virgilio Martínez (chef del restaurante Central, que se ubicó en el segundo lugar de la lista) y Mitsuharu “Micha” (chef de ‘Maido’, ubicado en el puesto 11) han estado haciendo un buen trabajo estos últimos años. Me enorgullece ser el tercer restaurante que ingresa a la lista por un trabajo muy intenso en los últimos años y muy bonito, siempre con una motivación muy potente. Más allá de ser nuestra carrera, nuestra motivación es ser una embajada de la gastronomía y de la cultura peruana. Nuestro país es lo primero que nos motiva a salir adelante”, señaló emocionado para el grupo El Comercio.
¡Sorpresa!
“Honestamente, nos sorprendió mucho (el reconocimiento), había un camino que estábamos haciendo, una ruta que seguir y un plan para poder lograr esto. La lista de lo ‘50 Mejores Restaurantes del Mundo’, en realidad es una lista de 100 restaurantes y se divide en dos: del 100 al 51 y del 50 al 1. Nosotros hemos saltado los últimos 50 y nos ubicamos en el puesto 32. No pensábamos que llegaríamos a esa posición. Estábamos trabajando para que el próximo año nos ubicáramos entre los 51 y 100”, reveló el chef peruano, quien argadeció a su equipo por el trabajo alcanzado.
Sacrificio, perserverancia y disciplina
Jaime Pesaque recuerda el gran trabajo que ha realizado todo su equipo por visibilizar la magnífica carta que posee el restaurante, cuyos platos son preparados a base de productos 100% peruanos y cosechados de la huerta que poseen en Ica.
“Hay gente que se cree iluminada por la suerte, pero yo de un tiempo a esta parte creo que la suerte se la hace uno. Mientras más trabajas, más suerte tienes. Yo tengo 43 años, soy joven, pero dentro de esta carrera tengo un largo tiempo... Me ha costado mucho porque he pasado por altos y bajos bien marcados. Muchos pueden pensar que ‘Mayta’ es un restaurante que no tiene poco tiempo, pero este 2022 cumple 15 años. Son muchos años que hemos venido trabajando”, recordó.
“A veces se cree que es fácil y es todo lo contrario, es bastante difícil. Antes ‘Mayta’ estaba ubicado en 28 de Julio en Miraflores (hoy en avenida La Mar) y probablemente quebré tres veces. Hacíamos asesorías y otros trabajos para poder cumplir con el restaurante y poder seguir adelante. He vendido hasta carros, el departamento que tenía solo para poder continuar con este sueño de representar a mi país. Creo que la constancia y la disciplina, el amor por tu profesión y por tu país hace que todos los esfuerzos tarde o temprano tengan frutos”, aseguró.
“No solo es un restaurante sino una pequeña embajada de la cultura”
El reconocido chef admitió que prefirió quedarse en el Perú y hacer empresa por el amor que siente por la patria y como retribución a todo lo que ha recibido de ella, como una familia “linda y unida”.
“Creo que fue todo eso lo que me motivó a hacer patria, a generar trabajo, a entrenar a peruanos para que luego puedan continuar con sus sueños. Simplemente ser una plataforma de jóvenes talentosos que puedan lograr sus objetivos. Todo eso, más allá de lo propuesta gastronómica, eso es lo que motiva muchísimo. Para mí no solo es un restaurante sino una pequeña embajada de la cultura y lo tomo como tal, con esa seriedad”, sostuvo.
Reconoció que los platos que ofrece no solo nacen de la espontánea creatividad sino es producto de un trabajo duro y de disciplina debido a que requiere reuniones, buscar conceptos que tengan coherencia, evaluar la parte estética y artística, con el objetivo de tener un producto interesante, delicioso y competitivo.
Transformando las adversidades
Lamentó el dolor que causó la pandemia del nuevo coronavirus a miles de familias, pero él tomó esta adversidad como “un freno de mano” para replantear sus objetivos y seguir con más fuerza. Si bien financieramente para él “fue un desastre”, problema que aún arrastra hasta hoy, eso lo ayudó a crecer.
“Yo he estado en la lona, sé qué es estar en el piso y esto me ha dado la educación para tomar decisiones en frío. Los momentos difíciles de la vida me han entrenado para poder tomar decisiones adecuadas. En esta época tan complicada traté de sacarle la vuelta y buscar lo positivo”, reflexionó. Sin duda un ejemplo de disciplina, lucha y perseverancia.