La desaparición de la joven ingeniera geográfica Shirley Villanueva, de 24 años, quien había egresado hace unos meses de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, es uno de los casos más difíciles que le ha tocado investigar a los ‘tigres’ de Homicidios de la Dirincri.
Shirley Villanueva no salió con su pareja ni fue secuestrada, tampoco dejó su casa en Villa María del Triunfo llevándose una maleta. Además, tenía trabajo estable en la Municipalidad del Callao. Nada podía hacer presagiar que ese jueves 23 de marzo, hace poco más de un mes, cuando el país futbolero esperaba con expectativa el partido de la selección peruana como visitante ante Venezuela, a esta joven se la tragaría la tierra, o mejor dicho, el mar.
Shirley Villanueva salió ese día bien temprano rumbo a su trabajo. Besó a su madre y le dijo: ‘Prepara canchita para ver el partido en la noche’. Pero su hija nunca volvió.
'COMO HERMANOS'
Shirley Villanueva no llegó ni llamó por telefono. Tampoco respondía las llamadas de su madre, que durante toda la noche timbró su celular. Ya de día, doña Norma llamó a familiares y vecinos. Le faltaba los teléfonos de los amigos de universidad de su hija, quienes siempre iban a su casa, celebraron cumpleaños y a los que Shirley consideraba como hermanos: Edgar Pozo Velarde (23), Bryan Arenas Vivas (22) y Joseph Velásquez Fernández (22).
La progenitora no sabía que la tarde anterior, ellos habían llamado a su hija para proponerle ver el partido en un bar de las afueras de la Universidad San Marcos. La madre relata que a medianoche llamó a Joseph Velásquez y le preguntó si sabía dónde estaba Shirley. ‘Él me respondió que habían visto el partido en la Costa Verde y después la había embarcado en un taxi a su casa’, contó.
Pero a las veinticuatro horas de desaparecida su hija, la angustiada madre recibe una noticia que la puso en shock: los amigos habían sentado una denuncia en la comisaría diciendo que ellos, ebrios, habían ingresado al mar de Marbella a bañarse, que a Shirley Villanueva la arrastró una ola, se ahogó y desapareció.
La madre se pregunta: ‘¿Por qué me mintieron y dijeron que habían embarcado a mi niña en un taxi? ¿Qué ocultan?’.
'BAJAMOS A LA PLAYA'
Cuando los padres de la joven hicieron pública la denuncia en los medios, la policía se puso las pilas y volvió a citar a los tres ‘amigos’. Durante los nuevos interrogatorios, Edgar Pozo, Bryan Arenas y Joseph Velásquez cambiaron de versión y revelaron aspectos macabros, que los ponen como potenciales sospechosos.
Señalaron que, luego que la joven se ahogó, como aseguran, ellos en vez de denunciar inmediatamente el hecho, fueron botando las ropas, cartera y zapatos de su ‘amiga’ en San Marcos y otras zonas de Lima.
“Estuvimos tomando en un bar, cerca de la universidad. En el entretiempo salimos y compramos licor en un grifo entre las avenidas Brasil y Del Ejército, y luego bajamos a la playa. Ellos, Bryan, Joseph y Shirley Villanueva se metieron al mar, yo me quedé atrás mirando. Luego, Joseph nos dijo que debíamos tomar un taxi a San Marcos, que lo iba a pagar, pero caminamos por la avenida Sucre y luego él (Joseph) solicitó un taxi y subimos todos atrás. Nadie dijo una sola palabra de lo sucedido”, confesó con frialdad polar Edgar Pozo.
Norma Rivera y Adán Villanueva, padres de Shirley Villanueva, acuden a todas las diligencias. “Quiero saber la verdad. Ellos deben decir qué le pasó a mi hija, voy a luchar hasta el final. Tengo esperanza, de repente la encuentro con vida. De repente la dejaron por ahí”, sostiene la progenitora.
En un interrogatorio, Joseph Velásquez detalló con total tranquilidad que el pantalón y la blusa de Shirley los arrojaron en un tacho de basura en el parque Aramburú, cerca de la universidad.
“La ropa estaba doblada, encima de su mochila, la cogí y subimos por el puente peatonal hacia la avenida Sucre. En el trayecto compramos bolsas de plástico en una tienda y luego entregué las cosas a Bryan. Las arrojamos cerca de la puerta 4 de la universidad y en la avenida Universitaria, cada uno tomó el bus para su casa”, sostuvo Velásquez Fernández.
“Tenemos información de que Joseph rompió el celular y el chip de su amiga y los botó cerca de la universidad”, contó un detective.
VERGÜENZA DE SAN MARCOS
Álvaro Peláez, abogado de la familia Villanueva Rivera, indicó que pedirán la detención de los tres amigos por ocultamiento de pruebas. “Se han cometido tres delitos. Si ellos dijeron que Shirley Villanueva se ahogó, ¿por qué después de 24 horas denuncian el hecho en lugar de haber pedido ayuda? ¿Por qué han cambiado de versión? Han entrado en contradicciones. Pediremos que sean detenidos por el delito de omisión de denuncia, abandono de personas en peligro y feminicidio”, dijo el letrado.
Los tres ‘amigos enemigos’ han sido declarados ‘vergüenza de San Marcos’, una universidad legendaria por el compañerismo entre sus miembros, sobre todo por el respeto a las ‘compañeras’ de aula, que en otros tiempos era sagrado.
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