Las últimas horas de vida de la pequeña M.J.V.R (11) quedaron registradas por diversas cámaras de seguridad ubicadas en varias calles de San Juan de Lurigancho. En cada una de ellas se ve el trayecto que recorrió la menor hasta su desaparición y posterior muerte.
La primera cámara captó el instante en que la menor salía de la comisaría de Canto Rey tras asistir a sus clases de pedrería que tanto le gustaban a M.J.V.R. La pequeña vestía un polo color claro y unos leggins negros. Cargaba una mochila y cruza hasta la vereda por donde se va caminando tranquilamente.
En otra cámara de seguridad de un vecino de la zona, se observa a M.J.V.R cruzando un parque y una calle. Pero es ahí que las imágenes captan a un sospechoso a bordo de una bicicleta que, aparentemente, siguió desde la comisaría a la niña.
Estas imágenes comprobarían que M.J.V.R sí había asistido a sus clases de pedrería, a pesar que desde un primer momento los efectivos de la comisaría de Canto Rey afirmaron y emitieron un comunicado indicando que la menor no había ido a clases.
El primer video se registra a las 10:06 de la mañana, dos horas después que el padre de M.J.V.R la dejara a unos metros de la dependencia policial para sus clases.
CRUEL CRIMEN
En la madrugada de ayer, una llamada alertó a los serenos de San Juan de Lurigancho. Era un mototaxista, que les informó que en el frontis de la Mz. L, lote 1 de la calle 5, a diez minutos de la comisaría, había un bulto extraño que se estaba quemando.
Horas más tarde llegaron los familiares, amigos y vecinos de la niña desaparecida y no podían creer lo que sus ojos estaban viendo. Se trataba de la pequeña M.J.V.R, a la que identificaron por su ropita y algunos rasgos físicos.
“¡Por qué mi hijita! ¡Por qué, Dios mío!”, exclamó entre sollozos el desesperado padre de familia, quien es panadero.