Si algo caracteriza al verano son las reuniones de fin de semana en la playa; esto trae también el consumo de bebidas alcohólicas. A esto le sumamos la publicidad que se incrementa y hace que se consuma un 20 % más que en otras épocas del año.
El consumo aumenta en gente joven, como también se incrementan los accidentes de tránsito, en su mayoría ocasionados por el consumo de alcohol.
Debemos ser vigilantes de nuestros hijos, que muchas veces ante la presión del grupo caen en el consumo excesivo de alcohol, haciendo estragos en la salud y adoptando esta práctica como un patrón de que sin alcohol no hay diversión.
Promovamos prácticas deportivas al aire libre, comer alimentos más sanos, beber buenas cantidades de agua y aprovechar más tiempo con la familia.
Hagamos de los fines de semana de playa un momento familiar, de disfrutar una buena comida con amigos en donde el alcohol no sea el anfitrión, sino algo secundario y no indispensable.
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Soy nutriólogo y te digo por qué debes tener cuidado con las ‘tentaciones alimentarias’