
La depresión no es solo tristeza. Es una afección clínica que afecta al cuerpo, la mente y el sentido de la vida. Puede manifestarse como agotamiento persistente, apatía, insomnio, cambios en el apetito, dificultad para concentrarse o una sensación de vacío que no desaparece.
A menudo pasa desapercibido, porque no siempre hay lágrimas: algunas personas siguen cumpliendo con sus rutinas, pero por dentro se sienten rotas.

Desde la psicología clínica, sabemos que detectar sus signos a tiempo puede evitar complicaciones graves. La depresión no es falta de carácter o debilidad; es una llamada del cuerpo y la mente para ser escuchados.
Hablar de lo que duele y buscar ayuda profesional puede salvar vidas. Cuidar la salud mental es una necesidad urgente y colectiva.
Si tienes fatiga constante, desinterés, insomnio o sueño excesivo, inapetencia, sentimientos de inutilidad o culpa y dificultad para concentrarte, es hora de tener una evaluación de un profesional de salud mental.
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