Por: Fernando ‘Vocha’ Dávila
Más que una entrevista es un confesionario. A un lado, la mujer de amplio conocimiento de la vida. Al otro, un periodista que no para de preguntar. Rosario Sasieta fue congresista, es abogada, libre como el viento y derrocha amor. Esta vez no es una charla de temas nacionales, pero sí de lo cotidiano, de lo que día a día vemos.
Rosario, ¿una característica del ‘infiel’?
No se despega del celular.
¿Otra?
La contraseña de su teléfono parece un laberinto.
¿Los tienes estudiados?
Van al baño con su aparato.
¿Y en lo físico?
Empieza a ser sumamente pulcro.
¿De verdad?
Bajan de peso.
¿Empiezan a cuidar la imagen?
Compran ropa interior bonita.
¿Qué más?
Ya están grandes, pero visten de moda y como jovencitos.
¿Cómo se portan en casa?
Siempre llegan tarde.
¿Porque se van a ‘divertir con la amante’?
Las horas del engaño son en la mañana, de 10 al mediodía.
¿Vuelven bien bañados al trabajo?
No usan el jabón del hotel porque tiene un olor característico.
¿Cambian su actitud en el hogar?
Aparece con flores, un regalo, porque sabe que ha ‘metido la pata’ y es una manera de sentirse bien con su conciencia.
Qué opinas de la frase: ‘El hombre es mujeriego por naturaleza’.
No creo en nada innato.
Y esta: ‘La mujer tiene el instinto maternal en su ADN’.
En mi caso no tengo hijos y, sin embargo, he ayudado a otros niños.
¿Quisiste ser mamá?
Soy muy perfeccionista. Terminé mi carrera a los 21 años y dije: o soy abogada o madre, porque ambas cosas sentí que no se iban a hacer bien y elegí lo primero.
¿Estuviste casada?
Con un extranjero. Duró muy poco la relación y me fue muy mal.
¿Qué edad tenías?
Él 39 y yo 23.
¿La nacionalidad del señor?
Radiqué cuatro años en Cuba, asistí a muchos ciudadanos y me premiaron como la mejor abogada de la isla.
¿Los varones te temen?
Habría que preguntarles.
¿Hay galanes cerca?
En la pandemia aparecieron por ahí.
¿Qué hiciste?
Me dio tiempo para mirar, ja, ja.
¿Qué te llama la atención?
La bondad, que sea solidario y trabajador.
El machista afirma cuando tiene seducida a una chica: ‘Ya está frito el pescado’.
No me interesa ser parte del cebiche, ja, ja.
Tienen muchas metáforas.
Una de ellas es cuando te llaman princesa.
¿Eso es romanticismo?
Ahí la verdadera interpretación es: ‘Vengo con mi caballo blanco a rescatarte’.
¿Otra característica para que las muchachas los sepan detectar?
Algunas se emocionan y comentan: ‘Me quiere, se preocupa por mí. Hoy me llamó 17 veces’.
Traducción, por favor...
Quiere controlarte.
En una separación, ¿solo defiendes señoras?
Primero aclaro que quienes toman a los hijos como rehenes de guerra están equivocados.
¿O sea?
Defiendo a los hombres cuyas damas tratan de chantajearlos exigiendo más dinero para que pueda ver al bebé.
¿Conclusión?
Los hijos necesitan a ambos.
¿Una diferencia entre ambos sexos?
Escuchamos más.
¿De verdad?
Tomamos en cuenta, en forma democrática, lo que la gente nos dice. El hombre es más autoritario.
¿Un mensaje a los ‘tramposos’?
De cada diez mujeres con VIH, nueve se contagiaron producto de la infidelidad de su pareja. Por su familia y por ellos, usen preservativos.
¿Los jugadorazos a la cárcel?
No habría fuerza productiva en el país, ja, ja.
El último consejo...
Mujeres violentadas, siempre hay una amiga o un familiar que te puede ayudar para que puedas salir de este rollo. Sigue dando pasos hasta conseguirlo.
¿Un violento puede cambiar?
Si no se somete a terapia, imposible.
Fue un placer, conversamos de todo, entre sonrisas tocamos temas profundos.
Gracias a ustedes y un abrazo enorme al pueblo, que siempre me manifiesta su afecto.
Se marchó convencida de que su lucha por la igualdad y derechos entre hombre y mujer es la correcta. Si lo alcanza, entonces le dará la razón al poeta francés Alphonse de Lamartine: ‘Hay una mujer al principio de todas las grandes cosas’.