La representante del programa ‘Aurora’ del Ministerio de la Mujer, Patricia Garrido Rengifo, señaló que son un total de 12 personas, entre ellos 10 mujeres y 2 hombres, las víctimas agredidas por ronderos del distrito de Chillia, en la provincia de Pataz (La Libertad). Como se recuerda, estas personas fueron retenidas y golpeadas el pasado 29 de junio tras ser acusadas de hechicería.
“Sabemos que las víctimas ya no están en la zona, estamos tratando de ubicar dónde se encuentran para poder llegar hasta donde ellas estén. Nos han informado que son 12 personas hasta el momento, no tenemos el reporte exacto, porque para las mismas víctimas que han estado en el lugar ha sido difícil de identificar totalmente la situación”, indicó Patricia Garrido a la prensa.
Agregó que el Ministerio de la Mujer ha puesto en conocimiento y solicitado la celeridad al Ministerio Público para que realicen las investigaciones y se tomen las acciones pertinentes del caso.
Además, la representante del programa Aurora confirmó que hasta el momento se han identificado a tres víctimas de agresión por parte de estos ronderos de Chilia.
“Las víctimas se han dispersado y algunas se han trasladado a diferentes lugares. Tenemos dos personas identificadas y una tercera que hemos tomado contacto con sus familiares”, finalizó.
Testimonio de una de las víctimas
María Ávila Ramos, una de las víctimas que fue secuestrada y torturada por las rondas campesinas de Chillia, en Pataz (La Libertad), denunció públicamente las salvajes agresiones que sufrió por parte de ronderos que la acusaban de practicar la brujería.
“Estoy mal, me colgaron de una viga y me pegaban con cordones y correas. Me quemaron con electricidad, me caí y ahí amanecí, luego me pusieron mi ropa... Les dije que me lleven a mi casa y me botaron (en algún lugar de una carretera), que en Carhuacocha aseguraban que me iban a quemar”, señaló la afectada madre de familia.
“Me decían que hable, que soy bruja (que la mujer acepte que practica brujería). A mi no me gusta, yo soy humilde y religiosa, qué voy a hablar... mi dolor no sana, la cabeza me duele y mis brazos están caídos. ¿A quién puedo contar mi sufrimiento?”, acotó la mujer.