El Ubinas se mantiene cada vez más en actividad. Después de que el pasado 24 de junio de 2019 emitió por más de cinco horas grandes volúmenes de ceniza, la madrugada del 19 de julio volvió a registrar una explosión que superó los 5.000 metros sobre su cráter.

Y aunque en su momento se hayan emitido alertas para prevenir y evacuar a los ciudadanos de los distritos aledaños afectados, lo cierto es que todos debemos conocer cuáles son los riesgos de exponerse a las cenizas volcánicas.

¿Qué son las cenizas volcánicas?

Son una composición de partículas de roca y mineral muy finas (de menos de dos milímetros de diámetro) expulsadas por una apertura volcánica.

Durante la actividad volcánica se emite roca que, debido a la fuerza con que es expelida por la ruptura del domo, se convierte en polvo o arena; es decir, tienen su origen en las erupciones.

Dependiendo de la intensidad y duración, así como la altura del volcán, pueden afectar en menor o mayor medida a la población que vive cerca.

Riesgos de estar expuestos a las cenizas de un volcán

Tras la erupción de un volcán con grandes volúmenes de ceniza, es difícil que la vida cotidiana no se vea afectada, pues traerá peligros a la salud.

Efectos respiratorios

La ceniza volcánica puede provocar aumento de tos e irritación nasal, de garganta y de laringe; incluso, bronquitis.

La exposición a altas concentraciones de estas partículas en personas con enfermedades crónicas previas como asma, displasia pulmonar, fibrosis quística, entre otros, puede exacerbar los síntomas.

En infantes, adolescentes, adultos mayores y personas con males respiratorios podrían generar broncoespamos, que se presenta cuando hay contracción de las vías respiratorias y del músculo bronquial, afectando a los pulmones e impidiendo una respiración normal.

Síntomas oculares

Las cenizas volcánicas recientemente caídas pueden tener un recubrimiento ácido que causa irritación los ojos, siendo el síntoma más común.

Además, los trozos de arenisca pueden producir dolorosas raspaduras en la vista, produciendo una abrasión de la córnea, así como la inflamación o infección de la membrana externa del globo ocular y el párpado interno (conjuntivitis).

Entre los síntomas más comunes están: sentir como si hubieran objetos extraños dentro del ojo, picazón, enrojecimiento, lagrimeo y lagañas.

Irritación de la piel

Aunque no es común este tipo de efecto cuando se tiene contacto con ceniza volcánica, se puede presentar la irritación de la piel cuando las cenizas son ácidas.

Los síntomas para conocer si ha tenido una irritación cutánea son: el enrojecimiento de la piel y las infecciones secundarias después de rascarse.

Efectos indirectos

Si una fuente de agua es contaminada con las cenizas del volcán y bebes de esa agua contaminada sufrirás males estomacales, por lo que se recomienda cubrir pozos y cisternas.

Otros riesgos serios para la vida durante erupciones grandes incluyen inundaciones (debido a lluvias fuertes ocasionadas por la acumulación de grandes nubes de cenizas), y la formación de lahares o avalanchas de barro volcánico.

¿Cómo protegerse de las cenizas volcánicas?

  • Utilizar mascarillas contra polvos y protección de ojos, si no tiene use un pañuelo o trapo sobre su nariz y su boca.
  • De ser posible, permanece en casa hasta que la contingencia haya pasado.
  • Si sale a la calle, cubra su piel.
  • Tener en reserva agua potable para beber la que está contaminada y así evitar males estomacales.
  • Evitar el uso de lentes de contacto ya que usándolos podría estar expuesto a una abrasión en la córnea.
  • Si te expones a las cenizas y sientes irritación, lava tus ojos con abundante agua.
  • Para evitar que las partículas ingresen a tu casa, sella con trapos húmedos las rendijas de las ventanas y puertas.

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