A fuego lento está la reactivación de los restaurantes, cuyo aforo permitido sigue al 50% y sin acceso para los menores de 12 años. Señalan que la reducción de una hora del toque de queda no impacta mucho en sus operaciones, piden un 10% más de aforo para abrir más mesas.
“Estamos muy preocupados porque hay deudas y ni el 70% de restaurantes se ha reactivado. Más de 60 mil locales, de los 220 mil restaurantes formales ya han cerrado porque no pudieron pagar alquileres, salarios, mantenimiento. Aumentar el aforo al 60%, siempre con los protocolos, ayudaría sobre todo a los pequeños restaurantes”, dijo a Trome la presidenta de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (AHORA Perú), Blanca Chávez.
COMIDA CRIOLLA Y REGIONAL
Añadió que los domingos no llega mucha gente porque quieren salir en familia y no van a dejar en casa solos a los niños. Y que restaurantes de 5 tenedores, incluso de hoteles, hasta los más chiquitos, todos están afectados. En mayor medida los de cocina criolla, regional y chifas y los que mejor están son las pollerías y ‘fast food’.
“La cocina peruana no debe caer. Aún hay temor para consumir en salón. Los cocineros estamos moviendo la olla, pero falta ese toque final de pimienta y sal que es la buena promoción que nos prometieron para los restaurantes”, afirmó Chávez, quien es dueña de ‘El Rocoto’ y también incursionó en el rubro de pollerías con ‘Tampa Chicken’ y sus salsas arequipeñas.
EL ‘POLLITO MÁS PICARÓN’
Muchos luchan por reinventarse o han emprendido en el rubro de pollerías, con variadas ofertas. “El pollo a la brasa es un producto de alta rotación, pero de todas maneras es difícil emprender en esta situación. Nuestro sector (la gastronomía) necesita más aforo y recuperar la confianza de los comensales”, dijo Jhonny Chicoma, de la pollería ‘Qué Picarón’, en La Molina, donde haciendo gala de su nombre, de cortesía por cada cuarto de pollo dan un rico picarón.
Chicoma añadió que los restaurantes se esfuerzan por cumplir los protocolos, incluso operan por debajo del aforo permitido y aunque el toque de queda ahora sea a la medianoche, la gente ya se ha ido acostumbrando a ‘guardarse’ en casa temprano, ya no hay comensales hasta tarde y la movilidad también se reduce.
“Por eso lo que más ayudaría a los negocios de comida sería el permiso para ampliar el aforo y poder recibir a los niños, a las familias”, puntualizó.
SEPA QUE:
*Aumentó el consumo delivery (35% de operaciones), pero en salones muy poco.
*La Municipalidad de Lima permitirá a restaurantes y cafés del Cercado, bajo ciertos requisitos, el uso temporal de algunas calles.