Entusiasmada con la idea de hacer una carrera militar en el Ejército Peruano, una joven de 19 años ingresó a la Compañía de Servicio Activo Acuartelado Femenino en el Pentagonito, sin sospechar que sus sueños se convertirían en una pesadilla por culpa de cuatro pervertidos. Ella fue presuntamente agredida sexualmente por un soldado de tropa, que, al parecer, se habría sentido despreciado, mientras los otros tres la maltrataban y se burlaban..
La tragedia llegó a la vida de esta muchacha el pasado 29 de setiembre, cuando a las 4 de tarde recibió una llamada. Una voz femenina con autoridad le ordenó que debía a ir a limpiar una cuadrilla, en una zona desolada de esta base militar. Sin discutir ni dudar la jovencita se dirigió hacia el helipuerto. Al llegar, escuchó que detrás de ella se cerró la reja del lugar. Al retroceder, vio al sargento 2do. de apellido Quispe en el techo. El sujeto descendió y le dijo que la ayudaría con la puerta, pero detrás de él bajaron los sargentos de 2da. Torres, Ramírez y Ramón, según relató la muchacha en su denuncia interpuesta en la comisaría de Zarate el sábado 8 de octubre.
Ramírez y Ramón la sujetaron de los brazos y el sargento 2da. Quispe le reclamó, ¿por qué no me haces caso, si yo quiero estar contigo? Al notar las malas intenciones de los sujetos, la agraviada le propinó una patada en los testículos a Ramírez y a Ramón le mordió el brazo derecho. Lamentablemente, sus esfuerzos por defenderse fueron en vano y Quispe abusó de ella. Los otros dos depravados le hicieron tocamientos indebidos. Mientras, que, Torres grababa la aberrante escena con su celular. Después de dos horas, los degenerados la abandonaron y la amenazaron: “si denuncias lo vamos a negar. Tenemos amigos en la policía y en el Ejército.
La desesperada muchacha no reportó la violación sexual a sus superiores por temor a su integridad física.
BÚSQUEDA
Según el testimonio de la tía de la agraviada, Gisella, “el sábado por la noche estuvimos desde las 8 hasta las 2 de la madrugada en el Pentagonito. Le colocaron una casaca y un pasamontaña para que reconociera e identificara a los agresores. Solo ubicó a uno entre un ciento, pero su apellido no es el que ella vio en su marbete en momentos del ataque. Ese día faltaron 40 soldados y estos días tenemos que regresar para que continúe con la identificación de los otros tres agresores”.
La pariente de la joven militar también dijo, que, “ella denunció el sábado. Y al pasar por el médico legista, aún se evidenciaban las marcas en el cuerpo que esos degenerados le provocaron. La denuncia se ha ampliado con la identidad verdadera del sujeto que ya reconoció”.
“Esta situación ha causado mucho dolor en mi sobrina y en toda mi familia. Sus padres están destrozados y ella no quiere ni hablar. Su sueño era ser oficial y para ayudarla la familia reunió hasta 10 mil soles. Tenía un proyecto de vida. Yo voy a ir hasta lo último con esta denuncia y sospecho que debe haber más implicados, era algo planificado”, finalizó el familiar.
DEFENSORIA
Por su lado, la Defensoría del Pueblo, a través de sus redes sociales, instó a la policía y Fiscalía a investigar la denuncia “con celeridad y debida diligencia”. Además, precisó que se ha solicitado al programa Aurora del MIMP a “garantizar la atención integral de la víctima y su acompañamiento en todo el proceso de investigación”.
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