José Domingo Pérez y Rafael Vela. (Foto: Agencia Andina)
José Domingo Pérez y Rafael Vela. (Foto: Agencia Andina)

Si en el país se sancionara a los fiscales y jueces que hacen investigaciones politizadas, parcializadas y sin rigor, hace rato los fiscales del caso Lava Jato, ya habrían sido expectorados del Ministerio Público.

El jueves sucedió lo que ya estaba cantado: la Segunda Sala Penal Nacional anuló el juicio oral por el caso Cócteles —en donde está comprendida la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, y cerca de cincuenta personas más— y mandó todo ese largo proceso a su etapa intermedia. Es decir, confirmó el fallo que, en enero pasado, dictó otra sala, pero los fiscales habían apelado.

Se trata de un golpe demoledor contra los cuestionados fiscales, lo que debe llevar a la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, a evaluar la continuidad de ambos en sus funciones, pero es difícil que ella lo haga, pues está de vacaciones.

La que sí ha tomado acción es la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, que ayer suspendió preventivamente por seis meses a Domingo Pérez del caso Odebrecht.

No es que Keiko sea inocente y que no existan pruebas del ‘pitufeo’ que hizo con los millones de soles que recibió en las campañas del 2006 y 2011. Ocurre que Domingo Pérez presentó una acusación con errores insalvables y politizado, con el claro afán, casi enfermizo, de criminalizar a la mencionada política, quien ha sido enviada a prisión tres veces.

Su mala práctica de Pérez fue detectada en diciembre pasado por el Tribunal Constitucional (TC), cuando, ante un recurso que presentó José Chlimper, estableció que dicho procesado había sido denunciado por delitos que no eran materia de investigación. Otras personas también sufrieron el mismo atropello manchando sus nombres, como el empresario Ricardo Briceño y el abogado Arsenio Oré.

Una parte de la resolución por unanimidad de la sala debería hacerlo avergonzar a dicho fiscal: “En este caso, la tesis presentada por el Ministerio Público (o sea, José Domingo Pérez) resulta incompleta y falta de los elementos necesarios para poder estructurar de manera lógica y jurídicamente válida el hecho punible”.

Pero la tozudez de Pérez y su jefe Rafael Vela no tiene límites: han anunciado que presentarán un recurso de casación ante la Corte Suprema para seguir defendiendo su disparate jurídico.

El fallo también pone en evidencia que el juez Raúl Zúñiga, quien debía controlar la denuncia de Pérez, no cumplió su función de desestimar sus flagrantes abusos. Lo corrigió 19 veces, pero al final aceptó todo. Se convirtió en su cómplice.

Lo mismo hizo el juez Richard Concepción Carhuancho, quien en primera instancia vio este proceso y aceptó todo lo que le pedía el mencionado fiscal. La Sala resolvió que ninguno de los magistrados volverá a tener en sus manos el caso Cocteles.

No hay que olvidar que los fiscales Domingo Pérez, Rafael Vela y el juez Concepción Carhuancho se convirtieron en estrellas mediáticas. Se paseaban por universidades y espacios periodísticos pavoneándose con este proceso que se va cayendo a pedazos por incongruente y politizado.

Lo ocurrido demuestra que esas tres autoridades, que fueron endiosadas por la mayoría de los medios de comunicación, eran unos héroes de barro. ¿Habrá algún día una autocrítica? Nos vemos el otro martes.

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