Gobierno de Perú condenó la invasión Rusia a Ucrania; pero un grupo de congresistas igual aceptó invitación del Congreso ruso. (Foto de Handout / SERVICIO DE EMERGENCIA UCRANIANO / AFP)
Gobierno de Perú condenó la invasión Rusia a Ucrania; pero un grupo de congresistas igual aceptó invitación del Congreso ruso. (Foto de Handout / SERVICIO DE EMERGENCIA UCRANIANO / AFP)

Evhen Ryabukon dio una palmada suave al ataúd y pareció tener una última conversación con su hijo. Se derrumbó, una y otra vez, antes de que pudiera terminar su despedida. Su esposa, Inna, armándose de valor, ajustó el retrato enmarcado de un niño sonriente colocado sobre el ataúd. Era el último acto de cuidado de una madre. El chico era Elisei Ryabukon. Habría cumplido 14 años en mayo”.

Tal es el desgarrador texto de Yogita Limaye, corresponsal de la BBC News en Kiev, una de las ciudades de Ucrania que ha sufrido los letales ataques de las tropas invasoras rusas del siniestro presidente

El periodista, quien participa en el funeral del menor, escribe que Elisei fue asesinado a tiros por soldados rusos luego de que fuera capturado junto con su madre Inna y otro hermano menor en una zona llamada Peremoha.

La misma señora Inna le cuenta al reportero: “El 11 de marzo, los rusos nos dieron permiso para irnos. Incluso nos dijeron adiós y nos desearon suerte. Luego, cuando estábamos cruzando un campo, comenzaron a dispararnos desde distintas direcciones”. Según su testimonio, había cinco autos en el convoy de vehículos que estaban haciendo la evacuación. Elisei, su hijo, estaba en el segundo auto, en el que nadie sobrevivió.

“Quiero que el mundo sepa sobre los crímenes de Rusia. Quiero que se cuenten todas las víctimas. Quiero que Rusia rinda cuentas por las personas, niños y mujeres, que han asesinado en nuestra patria”, dice la madre.

Testimonios como este se leen en medios extranjeros que cubren la invasión a Ucrania, en donde han muerto y quedado heridos más de 1500 niños y otros miles han sido trasladados forzosamente a Rusia, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y los que aún logran sobrevivir se han quedado sin escuelas y hospitales.

Todo esto, sin embargo, no le ha importado a una gavilla de congresistas peruanos que, sin reparar que nuestro país ha condenado esa invasión, aceptaron una invitación del Congreso ruso y se fueron a vacacionar a Moscú, con todos los gastos pagados por el gobierno violador de derechos humanos. Dejaron a un lado los valores nacionales y humanitarios para conocer una nación que nunca en su vida hubieran conocido.

Jamás hay que olvidar sus nombres: Jaime Quito, Kelly Portalatino, Eduardo Salhuana, Elizabeth Taipe, Edith Julón, Elizabeth Medina, Silvia Monteza, Segundo Quiroz, Silvana Robles, Guillermo Bermejo, Karol Paredes, Abel Reyes y Kira Alkarraz.

“El viaje enriquecerá nuestro trabajo parlamentario”, “Estados Unidos también mata”, “buscaremos becas para los estudiantes peruanos”, han sido varios de sus disparatados argumentos para justificar su periplo vacacional. El viaje no solo es improductivo, sino una afrenta al país ucraniano, que ya lleva más de 9000 civiles muertos, entre ellos el niño Elisei.

¿Estos congresistas viajeros tendrán sangre en la cara para, después de ese viaje, hablar y abrazar a sus hijos y nietos? Nos vemos el otro martes.

*Los articulos firmados y/o de opinión son de exclusica responsabilidad de sus autorres

MÁS INFORMACIÓN:



Contenido sugerido

Contenido GEC