“Dina asesina, el pueblo te repudia”, gritaban los niños escolares del colegio 7215 en una marcha que realizaron en las calles por el aniversario del distrito de Asillo, Azángaro, en la aún convulsionada región Puno. Los profesores y padres de familia aplaudían a rabiar.
Lo ocurrido quedó registrado en un video que el miércoles fue difundido por el noticiero ‘24 horas’, de Panamericana Televisión, pero muy pocos medios lo han resaltado.
Es un hecho gravísimo que no debe quedar impune. Se trata de una grosera manipulación política hacia menores de edad, que contraviene los propios mandatos de la Constitución, la Ley General de Educación y la Convención de Derechos Humanos, que prohíben explícitamente esos actos.
Lo peor ocurrió después, cuando los responsables del sector Educación de la zona, avisados de lo que estaba aconteciendo, llegaron al lugar para pedir explicaciones al director del colegio y a los profesores. Una turba de padres de familia los recibió enardecidos y tuvieron que retirarse para no ser apedreados.
No se trata de un acto aislado o de la ‘espontaneidad’ de los escolares, como afirman unos coleguitas activistas. Una fuente de inteligencia policial, que opera en la zona, me dice que eso está sucediendo en los colegios puneños, especialmente los más cercanos a la zona fronteriza con Bolivia.
Los profesores –de acuerdo a esta versión– adoctrinan a los niños y jóvenes alumnos. En sus charlas no solo despotrican de Boluarte, sino del sistema democrático vigente. Y, además, convencen a los estudiantes que el golpista presidente Pedro Castillo fue vacado injustamente.
La mayoría de docentes puneños, por cierto, pertenece a la Fenatep, la federación que creó y reconoció ilegalmente Castillo y que está integrada por militantes del Movadef, el brazo legal de Sendero Luminoso.
No hay que olvidar que, durante su mandato, el chotano se dedicó a sembrar odio, rencor y divisionismo entre peruanos en las zonas andinas, a través de los Consejos de Ministros Descentralizados.
Lo mismo hacía su premier Aníbal Torres, quien una vez dijo que los niños de Miraflores y San Isidro se creen superiores porque sus padres los deforman mentalmente.
Es más, el anterior y el actual gobernador de la región Puno son antisistema y endiosan al boliviano Evo Morales.
Apenas se conoció lo sucedido, el Ministerio de Educación emitió un comunicado anunciando sanciones a los responsables. Pero lo que está ocurriendo en los colegios puneños va más allá de eso. Se está sembrando un odio explosivo en los escolares, como hacía Sendero Luminoso con los ‘pioneritos’, los niños a quienes secuestraban, adoctrinaban, adiestraban y luego los enviaban a matar a efectivos de las fuerzas del orden. Muchos de ellos se volvieron cuadros políticos y militares.
Como bien dice el general EP (r) Juan Carlos Liendo, el exjefe de la DINI, se están creando “generaciones de odio con respecto al Gobierno y al país desde niños”. Avisados estamos. Nos vemos el otro martes.
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