POR: MIGUEL RAMÍREZ / Periodista de investigación

Me cuentan que en Palacio de Gobierno no cayeron nada bien las revelaciones que hace unos días hizo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sobre el apoyo que le pidió el mandatario Pedro Castillo cuando tenía el temor de ser vacado.

MIRA: Presidente Castillo no autorizó ingreso de fiscales a Palacio de Gobierno

El excéntrico gobernante izquierdista, quien hace conferencias de prensa a las cinco de la madrugada, declaró en su país que Castillo le había contado que sufría ataques de discriminación por parte de los ‘pitucos’.

López detalló que Castillo le narró que “en Lima, cuando voy caminando, paso y los pitucos se tapan la nariz”. Y que, cuando fue al Congreso a asumir su cargo, intentaron que se quitara el sombrero que suele usar diariamente.

“Me querían quitar el sombrero, que no entrara a la Cámara de Diputados (Congreso) con sombrero”, recordó López sobre lo que le refirió Castillo.

MIRA: Hijos del ‘Chapo’ Guzmán sortean carros, bicicletas y electrodomésticos por Navidad

Ambas situaciones, que Castillo dice haber pasado, jamás han sido reportadas y tampoco las ha denunciado públicamente, por lo que se infiere son invenciones suyas, que AMLO se las creyó. No es de sorprender. Esa es la imagen que Castillo vende al extranjero.

López también confesó que había enviado a Lima a su ministro de Economía y a otros funcionarios mexicanos para asesorar a Castillo en implementar programas sociales que -según él- son exitosos en su país. La comitiva, en efecto, se reunió con Castillo y los ministros Pedro Francke (Economía), Aníbal Torres (Justicia), Víctor Mayta (Agricultura) y Jorge Prado (Producción).

Los cuatro mantuvieron esa reunión en estricto secreto, tal vez porque resulta poco halagador que ministros de otros países los hayan venido a asesorar a ellos.

¿Qué nos pueden enseñar los enviados de López en el rubro asistencial? Solo basta con llamar al expresidente Ollanta Humala, en cuyo gobierno se crearon sobresalientes sistemas sociales que hasta hoy perduran, y que son reconocidos hasta por sus propios críticos políticos.

UN PAÍS ‘NARCOCORRUPTO’

Para este columnista, resulta insólito y hasta ofensivo que López Obrador pretenda exportar su modelo de gobierno al nuestro, cuando el narcotráfico y la corrupción han tomado las altas esferas del poder en su país. En México, por si no lo sabe el presidente Castillo, los asesinatos que cometen los cárteles de la droga son el pan de cada día, los funcionarios estatales corruptos ‘muerden’ por todos lados, y más de 130 periodistas han sido asesinados y sus muertes han quedado impunes.

AMLO y Castillo, además de izquierdistas, tienen similitudes: entre otras cosas, ambos dicen ser los “salvadores y defensores de los pobres”, regalan dinero para ganar adeptos electorales y no para la creación de empleos productivos, enfrentan a los ricos y a los pobres, culpan al neoliberalismo de todos los males y difaman a sus opositores políticos.

Y, como no podía ser de otra manera, gritan a los cuatro vientos, con una frescura notable, que luchan contra la corrupción, pese a que varios casos denunciados por la prensa –a la que también atacan- los salpican directamente.

LA PRIMA Y EL SECRETARIO

El año pasado, Felipa Obrador, la prima del presidente AMLO, recibió cerca de 19 millones de dólares en contratos de la petrolera estatal Pemex. Después, se filtraron dos videos que mostraron a su hermano, Pío López Obrador, recibiendo supuestos sobornos durante la campaña electoral del año 2015.

Sus amigos también han sido beneficiados. Hace unos meses, las autoridades sancionaron a la empresa de Manuel Bartlett, íntimo colaborador de AMLO, por vender ventiladores para enfermos de COVID, en plena pandemia, a un precio superior al mercado.

Por su parte, aquí en Lima, Pedro Castillo hasta ahora no explica sobre las reuniones que tuvo en Palacio de Gobierno y en una casa de Breña con la lobista Karelim López. Encuentros que se produjeron antes y después de que la empresa que ella representaba ganara una licitación estatal de cerca de ¡233 millones de soles!

Y a su amigazo y exsecretario personal Bruno Pacheco, quien también se reunió con la mencionada mujer, se le encontraron 20 mil dólares escondidos en el baño privado de su oficina.

Los familiares de dos de sus ministros (Francke y Torres) se han beneficiado con contratos ilegales y siguen orondos en sus puestos. Si siguen así, ambos, AMLO y Castillo, podrían ser hermanos siameses. Nos vemos el otro martes.

TE PUEDE INTERESAR

Contenido sugerido

Contenido GEC