esde hace un buen tiempo, en los pasillos del Ministerio Público y la Policía Nacional corría el rumor que en el Equipo Especial de Fiscales Contra la Corrupción en el Poder –que hasta hace poco lideraban la fiscal Marita Barreto y el coronel Harvey Colchado– ocurrían situaciones sospechosas que lindarían con lo ilícito.
Se decía, por ejemplo, que se armaban carpetas fiscales para perjudicar a personas, especialmente si eran políticos con aspiraciones electorales o empresarios conocidos, con la intencionalidad de sacarlos de carrera o extorsionarlos económicamente.
Para armar esos ‘muñecos’ se detenía o citaba a personas allegadas a su entorno. A punta de amenazas, las obligaban a convertirse en colaboradores eficaces y a incriminarlos, a cambio de no detenerlos. Los mismos fiscales y agentes del Eficcop –según se comentaba– les daban los nombres de los abogados que debían contratar y les armaban los guiones que declaraban.
Todo eso, sin embargo, eran rumores o leyendas urbanas. Hasta que, hace dos domingos, el reconocido periodista de investigación Carlos Paredes, director del programa ‘Contracorriente’ de Willax TV, logró ubicar y entrevistar a una de esas víctimas: la empresaria Mirtha Gonzales Yep, quien corroboró todo, con pruebas, documentos y audios. La denuncia de alto voltaje debió merecer la acción inmediata de la nueva fiscal de la Nación, Delia Espinoza. Pero la magistrada se ha hecho la desentendida, desprestigiando aún más a esa institución.
La empresaria Gonzales contó que, a inicios de este año, el conocido periodista Umberto Jara la llamó para contarle que el Eficcop la estaba investigando, por un caso de corrupción que implicaba a la exfiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Le dijo que él podía ayudarla, pues tenía llegada a ese organismo. “Estás en un problema serio. Dime una persona que pueda abrir esa oficina”, le afirmó, dándole a entender que él gozaba de ese poder. Luego le pidió más dinero, un cuarto de millón de dólares, para que sus contactos en el Eficcop le archivaran la investigación, a lo que ella se negó. Todas las conversaciones fueron grabadas por Gonzales.
Indignada por la extorsión, la empresaria se reunió con los fiscales Marita Barreto y Christian Niño, y los coroneles Harvey Colchado y Wálter Lozano. Les contó todo lo que le estaba ocurriendo, pero no pasó nada. Lo que es peor, ¡jamás se inició una investigación sobre la grave denuncia que estaba haciendo!
Más aún, días después, Gonzales fue detenida por los mismos efectivos del Eficcop. Hace unas semanas, el Poder Judicial ordenó su libertad. En ese momento decidió contar lo que hoy sabemos.
¿Tenía Umberto Jara la llave del Eficcop? El periodista y escritor no se ha pronunciado hasta el momento. Lo que sí llamó la atención es el libro que publicó el año pasado, titulado ‘Así cayó Castillo’. En esa obra, elogia de sobremanera a la fiscal Marita Barreto y al coronel Colchado por la detención del expresidente Pedro Castillo. La narrativa se basa en los dichos de esas dos autoridades ahora suspendidas y cuestionadas.
La pregunta se cae de madura: ¿Cuántos emisarios más tendría el Eficcop? Nos vemos el otro martes.
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