Casi siempre, las celebridades y artistas famosos tienen sus dobles o extras, personas parecidas a ellos, a los que utilizan para evitar los contactos directos con sus fanáticos seguidores. El célebre cantante Frank Sinatra, por ejemplo, tenía un doble que lo reemplazaba cuando estaba de mal humor y también en las acciones de peligro cuando filmaba una película.
Todo parece indicar que la presidenta Dina Ercilia Boluarte llevó a su doble en su reciente viaje a Davos, Suiza, para participar en el Foro Económico Mundial. En esa cita, como se sabe, se reúnen los líderes mundiales de las finanzas, del empresariado, de la política, cultura, para analizar los problemas que enfrenta el planeta.
Nuestra mandataria, por cierto, no es ninguna celebridad ni artista famosa. Ostenta ese cargo por casualidad, pero tuvo que llevar a su doble para que reemplazara a aquella Dina Boluarte que hace dos años, en ese mismo foro, cuando era vicepresidenta del golpista Pedro Castillo y ministra de Estado, llevó un discurso incendiario y despotricó contra la derecha y las empresas mineras. ¿Se acuerdan?
Rememoremos, pues, lo que dijo en esa oportunidad cuando defendía con uñas y dientes al profesor Castillo: “Apenas empezamos hace nueve meses y todavía estamos como bebés, sosteniéndonos en el gobierno. Todo a pesar de que hasta ahora la derecha no quiere reconocer el triunfo legítimo del presidente Castillo. Desde el primer instante que juramos servir, no nos han dejado gobernar en paz”.
Y sobre las mineras que, según ella, contaminan los ríos y pastizales añadió: “Midamos estas contaminaciones porque el Perú no es una isla donde está un Robinson Crusoe”.
Pero el miércoles de la semana pasada, en su nueva aparición en Davos, doña Dina Ercilia ya no era la Dina Ercilia del año 2022. Se vaticinaba un discurso suyo diferente, conciliador, convincente para atraer inversiones extranjeras. Hasta llegó con una mejor vestimenta, aunque, como era obvio, se cuidó de no llevar el reloj Rolex que tanto dolor de cabeza le ha causado.
Todo iba bien hasta que se le ocurrió decir que en el Perú vivimos casi como en un país de las maravillas. “El Perú ahora es un país que ha recuperado su tranquilidad política, económica y social”, dijo. ¿Qué? Fue entonces que la doble de Dina desapareció. Dina volvió a ser la misma Dina de siempre.
Lo dijo dos días después de que un grupo criminal hizo explotar una potente carga de dinamita en la puerta del Ministerio Público de Trujillo, haciéndonos recordar las antañas acciones terroristas de Sendero. ¡Y cuando 106 peruanos han sido asesinados en solo los primeros 19 días de este año!
La Dina verdadera también afirmó que en su gobierno no hay corrupción y trabaja con “las manos limpias”. Otra mentira, pues ella misma y su entorno más íntimo son investigados por varios casos que huelen mal, como las latas de atún malogrado que su gobierno repartía a miles de niños en el país.
Dina Boluarte debe terminar su mandato en 2026, para evitar una desestabilidad económica y social con consecuencias impredecibles, pero parece que ella misma, con sus torpes acciones como la de Davos, está buscando su vacancia. ¿Cuándo despertará de su mundo irreal? Nos vemos el otro martes.
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