Los líderes de izquierda que han gobernado sus países siempre se han llenado la boca afirmando que son defensores de los derechos humanos y la moral. Casi todos, sin embargo, no cumplen lo que pregonan. Lo que es peor, cometen actos repudiables. Uno de ellos es el expresidente boliviano Evo Morales (64), quien enfrenta una acusación por el abuso de una menor de edad cuando fue presidente en el año 2015.
Evo, ídolo de muchos políticos peruanos de esa misma ideología, podría ser arrestado en estos días. Se ha negado a comparecer ante una citación de la fiscalía que lo investiga por los delitos de ‘estupro, trata y tráfico de personas’.
La historia empezó en 2015 cuando el dirigente cocalero llegó al poder y conoció a Noemí M., con quien inició un romance secreto. La menor integraba ‘La guardia juvenil’ de Morales. Lo más monstruoso fue que sus propios padres consintieron esa relación “con la única finalidad que su hija escalara políticamente y obtuviera beneficios a cambio”, según sostiene la acusación. El mal padre fue detenido la semana pasada, puesto que, al igual que Morales, se había negado a concurrir a la citación fiscal.
El caso se destapó en 2020 cuando la propia mujer reveló esa vinculación amorosa, producto de la cual nació un vástago. En el celular de la joven se encontraron fotografías y mensajes de texto comprometedores. Con todas esas evidencias, a Morales se le abrió un proceso, el mismo que tiempo después, tal vez por sus influencias, se archivó. Pero este año se abrió nuevamente.
Este escandaloso caso, que tiene en vilo a la población boliviana, adquirió ribetes mayúsculos hace unos días. Angélica López, una dirigente cercana a Evo, denunció que el expresidente convivió con cuatro menores de edad durante su estadía en Argentina, en donde residió como refugiado político entre el 2019 y 2020, en los primeros años de gobierno del presidente izquierdista Alberto Fernández. Angélica viajaba constantemente a dicho país, junto con otros dirigentes, para visitar a Evo.
En una entrevista con el diario ‘El Deber’, ella narró que las menores que residían allí parecían desempeñarse como ‘jefas de gabinete’ y ‘sirvientas’. Lo que allí ocurría, agregó la mujer, era conocido por quienes iban al lugar, pero optaban por guardar silencio.
“Morales llegaba a comentar abiertamente que todos los que querían tener obras le regalaban una niña. Nadie puede callar más, Dios nos va a ver”, afirmó Angélica López, quien hace dos años fue expulsada del cogollo presidencial por supuestamente ‘difamar’ a Morales.
Este pervertido dirigente cocalero fue ídolo del golpista expresidente Pedro Castillo y, especialmente, del prófugo Vladimir Cerrón. Cuando se inició el gobierno actual, a Evo lo recogía en un carro oficial, viajaba a provincias y dictaba charlas. También se hospedaba en hoteles cinco estrellas y se metía opíparos almuerzos en lujosos restaurantes limeños, rociados con exquisitos licores, acompañado de Cerrón. Todo pagado con nuestro dinero.
¿Le llegará la hora a Juan Evo Morales Ayma, el depredador de menores? Nos vemos el otro martes.
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