Para la facción de congresistas que se negaron a aceptar la disolución del Congreso promulgada por el presidente Martín Vizcarra, la nueva mandataria peruana es Mercedes Aráoz.
Así lo ratificaron en un nombramiento realizado en el Congreso la noche del último lunes, tras unas horas de dado a conocer el cierre del Parlamento. Allí, Aráoz tomó el juramento y aseguró que fue la decisión más difícil de tomar de toda su carrera.
Minutos después, el presidente Martín Vizcarra anunciaba el apoyo de las Fuerzas Armadas y Policiales del Perú a su mandato, luego de que el Congreso disuelto, con Pedro Olaechea a la cabeza, votara para su suspensión.
A primeras horas de la mañana de este martes, un contingente de agentes de la División de los Servicios Especiales, policías que se encargar de evitar el amotinamiento, las huelgas violentas y otros desórdenes, llegaron hasta la casa de Mercedes Aráoz para velar por su seguridad.
Armados con fusiles, lanzagranadas y bombas lacrimógenas, los efectivos se apostaron en los exteriores del edificio de Aráoz para evitar protestas violentas que puedan acontecer hasta la zona de Miraflores.
Sin embargo, a las pocas horas, un equipo de periodistas de Buenos Días Perú confirmó que los agentes policiales abandonaron la zona.