Mientras paseaba al engreído de la casa, su pequeño perrito Toby, de raza pug, el comerciante de arroz, camote y papa, Carlos Alberto Cubba (50), fue perseguido por dos sujetos armados hasta que fue alcanzado y asesinado de 11 balazos, cinco de ellos en el rostro, cerca de su casa, en San Juan de Miraflores.
Como todos los días, el hombre salió a dar una vuelta al barrio pero, cuando retornaba con su mascota, fue interceptado por una camioneta negra con lunas polarizadas en la cuadra dos del jirón Gregorio Montes, zona de Ciudad de Dios.
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Carlos Cubba estaba a menos de 10 metros de su vivienda, pero empezó a correr al ver que del vehículo descendieron dos sujetos con pistolas.
“No pudo ingresar a la casa porque la puerta estaba cerrada. Siguió de frente hasta que, al llegar al parque, los tipos empezaron a disparar. Metros más adelante, Carlos cayó al piso y le dispararon en el piso”, narró su esposa Rosa.
Los sicarios abordaron el mismo carro y huyeron.
En la balacera, la trabajadora de limpieza de la municipalidad de San Juan de Miraflores, Maritza Marcos (53), resultó herida en el muslo derecho.
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Segundos después, doña Rosa salió de su predio y vio a su cónyuge aún con vida. Junto con familiares y vecinos lo trasladaron al nosocomio María Auxiliadora, donde falleció. La víctima era padre de cuatro hijos.
“Nos han dicho que había recibido amenazas de una facción de construcción civil. Él no pertenece a ningún gremio, pero sí se juntaba con los muchachos del barrio, les aconsejaba, se llevaba bien con ellos. Quizás han creído que estaba metido en eso”, precisó la viuda.
Cubba era comerciante de arroz y tubérculos. Hace tres meses llegó del norte, donde tenía una chacra.
La Policía conoció que uno de los asesinos se apodaría ‘Tarzán’ y el móvil habría sido apoderarse de las obras que se realizan en un colegio de la zona.
Cámaras de seguridad grabaron el homicidio.