Delincuentes robaron dos locales en solo una noche. Forzaron la puerta de una boutique, hicieron un forado hacia una casa de cambios y robaron una fuerte cantidad de dinero y mercadería de ambos negocios, en San Juan de Lurigancho.
El robo se habría producido a las 2 de la madrugada. Reventaron candados del local ‘Mystika’, ubicado en la cuadra 8 de la avenida Gran Chimú, en Zárate, e ingresaron con herramientas.
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Hicieron el forado de 40x30 de diámetro para ingresar al local de cambio de monera extranjera. Sacaron el dinero de la oficina y salieron por el mismo lugar. Este robo fue a unas cuadras de la comisaria del sector. Los agraviados fueron a la comisaría de Zárate a poner la denuncia del cuantioso atraco.
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Otro asalto en el distrito
El ancianito invidente Juan de Dios Rodríguez Ortiz (67), se enfrentó a golpes a dos peligrosos delincuentes venezolanos sin saber que ambos estaban armados con pistolas. Los maleantes lo golpearon en la cabeza y le robaron una cantidad de dinero, en San Juan de Lurigancho.
El agraviado contó que se alistaba para tomar desayuno cuando dos sujetos ingresaron y le dijeron: “¡Dame todo el dinero!” mientras lo tenían encañonado en la cabeza. “Veo muy poco por eso no me di cuenta que estaban armados. Me defendí a golpes y grité con todas mis fuerzas para que los vecinos le escuchen. Esos rateros me atacaron en la cabeza. Robaron 4 mil soles que tenía en el bolsillo del pantalón y mi celular de alta gama que recién había comprado”, dijo.
Uno de los trabajadores del anciano, ingresó a la casa, en el asentamiento humano Santa María, alarmado por los gritos, y tuvo que salir corriendo al ser amenazado de muerte por los asaltantes. Instantes después, y con todo lo robado, los delincuentes venezolanos, escaparon corriendo.
“Esos rateros son amigos de un tipo que trabajaba para mí. Incluso les invité comida alguna vez”, sostuvo, el agraviado, quien se dedica a alquilar autos para el servicio de taxi o colectivos. “Luego me dijeron que los hampones estaban armados y pudieron dispararme y yo los enfrenté a golpes para defenderme”.
Los mismos delincuentes fueron observados días antes por el lugar. Incluso ingresaron a la casa y fueron en busca del ancianito y no lo encontraron. Al día siguiente volvieron y lo encontraron con varios trabajadores. “Estos esperaron que me encuentre solo. Seguro me han seguido cuando fui a comprar mi desayuno e ingresaron detrás mío para asaltarme”, aseguró.