Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijadita para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en . Ellos intentaron asaltar a un joven motociclista, y terminaron atrapados.

Gleidys Michel Bastidas Rojo, es la fémina, que sin importar poner en peligro la vida de su propia ahijadita, la llevó cargada y se reunió con otros sujetos, uno de los cuales tenía una pistola.

Todos iba a bordo de un mototaxi rojo y al llegar a la cuadra 6 de la calle Rejalgar, se estacionaron y bajaron dos presuntos asaltantes.

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Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijada para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en San Juan de Lurigancho.
Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijada para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en San Juan de Lurigancho.

“Me encañonaron en la cabeza e intentaron robarme la moto lineal. Corrí con la llave y ellos intentaron llevarse el vehículo menor, pero terminaron escapando al notar que no pudieron llevárselo”, contó el agraviado a los policías.

De inmediato solicitó apoyo a los policías del Escuadrón de Emergencia Este 1, quienes salieron en operativo y atraparon a todos en plena huida en el mototaxi alquilado de placa C1-8436.

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Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijada para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en San Juan de Lurigancho.
Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijada para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en San Juan de Lurigancho.
Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijada para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en San Juan de Lurigancho.
Una mujer de 22 años utilizó a su pequeña ahijada para salir a asaltar, en complicidad con otros tres sujetos, todos venezolanos, en San Juan de Lurigancho.

Fueron identificados como William Jesús Vega Salazar (22), Edinson Enrique Ortuño (27), José Ángel Rojas Rojas (26), y la joven Gleidy Bastidas, que estaba en el asiento posterior con la bebé en brazos. Ellos serían de la banda ‘los buitres de La Huayrona’,

La madre de la pequeña llegó al lugar de la intervención e indicó a las autoridades que había dejado a la bebé con su madrina para que la cuide un momento mientras se iba a comprar.


Asaltan heladería en pleno partido ‘Perú-Venezuela’


En pocos segundos, delincuentes armados tomaron por asalto una conocida heladería, en , y

Los clientes llegaron a las 4 de la tarde para ver el partido de fútbol en el local ‘Enrolados crepería’, ubicado en la cuadra 15 de avenida Próceres de la Independencia, y se quedaron hasta finalizado el encuentro futbolístico.

Reían y conversaban mientras degustaban jugos y porción de helados. De pronto antes de las seis de la tarde, se aparecieron tres muchachos, vestidos con ropa deportiva y gorras, y sacaron pistolas. En segundos, todos estaban reducidos y atemorizados por el atraco a mano armada que estaban sufriendo.

Los rateros fueron desvalijando uno a uno de celulares y billeteras. Además de mochilas de algunos agraviados. Pero eso no es todo.

Uno de los asaltantes trepó el mostrador y bajo amenazas de muerte, obligó a los empleados a abrir la caja registradora. “¡Abre la caja. Ábrela rápido!”, gritaba con ferocidad el hampón armado que en todo momento amenazaba a los trabajadores con la pistola.

Se llevaron hasta monedas

En segundos, robó todos los billetes y luego salió. Su cómplice que miraba de cerca todos sus movimientos, volvió a abrir la caja registradora y robó puñados de monedas que las metió en los bolsillos de su pantalón. Luego todos salieron corriendo del recinto y escaparon hacia la cuadra 14 de la avenida Próceres de la Independencia.

Los afectados indicaron que los delincuentes son venezolanos, de contextura delgada y no tendrían más de 25 años.


Papito sufre robo de mototriciclo por segunda vez

Fue víctima de la delincuencia dos veces y lo dejaron en la ruina. El padre de familia, en .

El agraviado, que no sabe qué hacer para mantener a sus dos pequeños hijos, contó que hace un año se compró un moto triciclo para vender productos en las calles, siempre acompañado de su esposa.

“Hace seis meses me robaron el primer moto triciclo. Mis familiares me ayudaron a comprar otro y volví a trabajar. Lo dejé estacionado en la puerta de mi casa, en el asentamiento humano Nueva Vida, en Canto Rey, y dos rateros se lo robaron con todo y mercadería”, contó el afectado.

Agregó que en la zona se produjeron constantes robos a vehículos, motos y tricimotos. “Acá no pasa la policía. Hay gente envidiosa que nos ha perjudicado. Ahora no tenemos cómo trabajar”, sostuvo preocupado.




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