Al grito de “¡Quietos, esto es un asalto!”, delincuentes armados irrumpieron en un car wash y encañonaron a unas 15 personas, entre clientes y empleados, para robar dinero y celulares de alta gama, en San Juan de Lurigancho.
A las 3:30 de la tarde, los tres hampones bajaron de un mototaxi, azul y blanco, e ingresaron rápidamente al local, ubicado en avenida Ampliación Oeste.
Alzaron las pistolas y amenazaron a todos. Algunos trabajadores incluso se arrojaron al suelo temor a ser atacados a balazos y otros continuaron con sus labores de lavados de autos como si nada ocurriera.
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Los hampones se pasearon varias veces al interior del local y fueron despojando uno a uno de sus pertenencias como celulares y dinero. Otro de los asaltantes ingresó a la oficina y sin temor a ser grabado por la cámara de seguridad, encañonó al propietario del negocio y le robó dinero que guardaba en el pantalón y otra cantidad que tenía en la caja. Este sujeto no tenía mascarilla y su rostro fue captado con nitidez por las cámaras de seguridad.
Además encañonaron y asaltaron a parientes de un cliente, que lo esperaban dentro de un auto.
Fue espantoso
“Todos estaba armados y alzaban las pistolas para amedrentar a clientes y empleados. También robaron dinero de la caja. Todo fue delante de mi nieto de seis años, que afortunadamente se mostró tranquilo, y pudo esconder a tiempo el celular de su mamá debajo de su pierna. Luego ni se movió. Los delincuentes iban y venían por todo el negocio. Pensamos que nos iban a disparar porque en todo momento eso gritaban. Fue espantoso”, dijo Francisco Romero, encargado del pequeño restaurante en el interior del negocio.
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Los delincuentes salieron corriendo a la calle y subieron al mismo mototaxi, que los esperaba en la esquina. Escaparon a toda velocidad hacia la avenida.
Abuelita dice que nieto de 17 años le robó ahorros
Entre lágrimas y al borde de la desesperación, la ancianita Pilar Ontón Mendoza (70), quien padece de miocardiopatía Hipertrófica (engrosamiento de una parte del corazón), imploró a su único nieto, de 17 años, que le devuelva los 14 mil soles de su cuenta de ahorros, 3 mil dólares de la venta de un terreno en Cusco, y 700 soles del bono Yanapay, que le sustrajo, en San Juan de Lurigancho.
“Críe a mi nieto desde los seis años. Gané la custodia a su padre y yo lo críe y daba estudios. Tenía la tarjeta y clave de mi cuenta de ahorros y fue retirando dinero sin mi permiso. Sacó más de 14 mil soles del banco. Buscó en toda la casa y encontró 3 mil dólares de la venta de mi terrenito en Cusco, y mi bono que había cobrado. Todo era para la terapia y operación al corazón. Un día desperté y había desaparecido. Fui al banco con una vecina y solo me dejó 4 soles en mi cuenta. No tengo dinero ni para comer”, dijo la septuagenaria, en su casa en San Juan de Lurigancho.
Ella es cuidada por una vecina y temen que el chiquillo regrese con malas intenciones para hacerles daño. “Solo quiero que me regrese todo mi dinero. Necesito para las medicinas y terapias. Su madre, mi única hija, vive en Australia y no me contesta las llamadas. Prácticamente estoy sola postrada en una silla de ruedas con medio cuerpo con parálisis (lado izquierdo). Vivimos de la caridad de mis vecinos que nos alcanzan un platito de comida. He denunciado a mi nieto por maltrato físico y psicológico en la comisaria de Canto Rey y se negaron a que ponga la denuncia por robo”, sostuvo.