Policías de la comisaría de Caja de Agua atraparon a cuatro venezolanos, pertenecientes a la banda ‘Los chamos del este 1′, por encañonar a un abogado para robarle su moderna camioneta, en San Juan de Lurigancho.
Durante la persecución policial, los extranjeros Yosmer José García Parisca (26), su hermano Jormer Junios (20), José Gregorio la Cruz Rodríguez (23) y José Manuel Vallenilla Cabello (24), fueron cercados y atrapados en el paradero 11 de Caja de Agua, por los agentes encabezados por el mayor PNP Luis Murga Obregón. Mientras realizaban la revisión a cada sujeto intervenido, un patrullero de la comisaría de La Huayrona, llegó al lugar acompañado del agraviado.
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El abogado reconoció plenamente a los extranjeros como los delincuentes que lo asaltaron entre la avenida 13 de enero y Jorge Basadre. Se robaron su camioneta, que fue recuperada. En el registro vehicular se encontró una pistola con cacerina y droga.
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Le roban a ancianito
El ancianito invidente Juan de Dios Rodríguez Ortiz (67), se enfrentó a golpes a dos peligrosos delincuentes venezolanos sin saber que ambos estaban armados con pistolas. Los maleantes lo golpearon en la cabeza y le robaron una cantidad de dinero, en San Juan de Lurigancho.
El agraviado contó que se alistaba para tomar desayuno cuando dos sujetos ingresaron y le dijeron: “¡Dame todo el dinero!” mientras lo tenían encañonado en la cabeza. “Veo muy poco por eso no me di cuenta que estaban armados. Me defendí a golpes y grité con todas mis fuerzas para que los vecinos le escuchen. Esos rateros me atacaron en la cabeza. Robaron 4 mil soles que tenía en el bolsillo del pantalón y mi celular de alta gama que recién había comprado”, dijo.
Uno de los trabajadores del anciano, ingresó a la casa, en el asentamiento humano Santa María, alarmado por los gritos, y tuvo que salir corriendo al ser amenazado de muerte por los asaltantes. Instantes después, y con todo lo robado, los delincuentes venezolanos, escaparon corriendo.
“Esos rateros son amigos de un tipo que trabajaba para mí. Incluso les invité comida alguna vez”, sostuvo, el agraviado, quien se dedica a alquilar autos para el servicio de taxi o colectivos. “Luego me dijeron que los hampones estaban armados y pudieron dispararme y yo los enfrenté a golpes para defenderme”.
Los mismos delincuentes fueron observados días antes por el lugar. Incluso ingresaron a la casa y fueron en busca del ancianito y no lo encontraron. Al día siguiente volvieron y lo encontraron con varios trabajadores. “Estos esperaron que me encuentre solo. Seguro me han seguido cuando fui a comprar mi desayuno e ingresaron detrás mío para asaltarme”, aseguró.