
En lo más alto del país, donde el aire escasea y el frío congela los huesos, el crimen sigue respirando. Ni los muros helados ni la soledad extrema de Challapalca lograron silenciar a los cabecillas del delito. La reciente requisa realizada en este penal de máxima seguridad reveló un hallazgo insólito: una antena satelital escondida en el techo del pabellón número dos, conectada con precisión milimétrica a una celda.
Un cable gris, casi invisible entre las calaminas, llevaba la señal directamente al interior del penal. Adentro, un router envuelto en cinta de embalaje y una placa electrónica completaban el rompecabezas tecnológico. Junto a ellos, cigarrillos, audífonos y otros artículos prohibidos, cuidadosamente ocultos en caletas improvisadas.
COMUNICACIÓN DESDE EL AISLAMIENTO
Este descubrimiento confirma lo que muchos temían: incluso en las condiciones más inhóspitas, las organizaciones criminales logran adaptarse y operar. Challapalca no solo alberga a los internos más peligrosos del Perú, sino también una nueva modalidad de crimen: la conectividad clandestina a través de internet satelital.
Expertos advierten que esta infraestructura ilegal no pudo instalarse sin alguna forma de complicidad. ¿Quién permitió la entrada de estos dispositivos? ¿Cómo pasaron desapercibidos en un penal tan estricto? Las respuestas aún se investigan, pero el escándalo ya está desatado.

PELIGROSOS CRIMINALES
La intervención no solo destapó esta red clandestina. En simultáneo, cinco peligrosos reclusos, provenientes del penal de Lurigancho, fueron trasladados a Challapalca. Conocidos por su historial sangriento, entre ellos se encuentran figuras temidas como Roberto Carlos Grados, alias ‘Bolón’, cerebro del secuestro de un joven empresario al que le cortaron los dedos como advertencia; y Gianpiero García, ‘El cortadedos’, vinculado a la organización criminal ‘Los Pulpos’.
A ellos se suman Jerson Asto Carranza, ‘Cubo’, presunto autor del atentado contra la sede del Ministerio Público en Trujillo; José Córdova Arteaga y Faustino León Mayner. Todos con cargos por secuestro, extorsión y asesinato.
‘Los Pulpos’ y ‘Los Compadres’, dos bandas que sembraron el terror desde los años 90, buscan seguir operando desde prisión. El símbolo de la cruz en stickers, los cuerpos mutilados, las amenazas a empresarios y comerciantes son parte de su firma criminal.

SISTEMA AL BORDE DEL COLAPSO
Con más de 97 mil internos en penales diseñados para menos de la mitad, el sistema penitenciario peruano atraviesa una crisis crítica. Challapalca, a 4800 metros sobre el nivel del mar, representa la última barrera de contención. Pero el hallazgo de esta antena demuestra que ni siquiera ahí el crimen se detiene.
La estrategia de reclusión extrema, sin visitas regulares y con vigilancia permanente, ya no parece suficiente. La tecnología, el ingenio criminal y las posibles redes de corrupción al interior del sistema penitenciario siguen minando los muros del encierro.
En medio del frío glacial, Challapalca resiste. Pero adentro, la batalla por el control continúa.
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