
NUEVAS REVELACIONES. Han pasado más de cuatro meses desde que los restos de Blanca Reyna Lara, una joven de 20 años originaria de Virú, fueron hallados en un contenedor de basura en Huachipa, pero su familia sigue sin encontrar justicia. El principal sospechoso del horrendo crimen es su expareja Pablo Valencia Román, de 43 años, quien actualmente se encontraría en Argentina, pero las investigaciones indican que el asesino habría tenido la ayuda de amigos cercanos de la víctima.
Fernando Zumarán, un amigo de Blanca que incluso se hizo presente en el velorio, pero no ha acudido a las citaciones d ela Policía, reveló en un audio que compartió en un chat grupal que recibió 10 mil soles de Valencia Román para ‘centrarla’.
“Ella me dice para viajar, justo yo estaba por viajar a Lima. Entonces su marido me contacta y me dice ‘¿sabes en qué está Blanca’?. Yo le digo ‘no sé’. Me dice ‘tengo un plan, te voy a pagar, pero no digas nada a nadie’. Me ofreció 10 mil soles″, se le escucha decir.

En el mismo audio, Zumarán confiesa: “A mí me depositaron 10 mil soles a mi cuenta bancaria. Yo tengo ahí todas las pruebas”.
Tras conocerse este audio, la madre de Blanca denunció haber recibido amenazas. “Su amigo me llamó y me dijo que me iba a denunciar porque lo había involucrado. Yo le contesté: ‘Siempre te dije la verdad’. No entiendo su desesperación”, revela.
Además, otro testigo clave, Cristian Sánchez, quien en un inicio negó conocer a Valencia Román, ahora ha reaparecido afirmando que dará su testimonio, luego de que aparecieran fotos que demuestran que sí lo conocía.
“Me llamaron unos venezolanos que son del Tren de Aragua para que supuestamente devuelvan lo que Blanca robó. Le paso mi número para tener una conversación”, decía en unos audios hace unos meses.
¿QUÉ PASÓ CON BLANCA REYNA?
Blanca Reyna Lara, una joven de 20 años originaria de Virú, salió de La Libertad rumbo a Lima el pasado 19 de octubre y su familia no supo más de ella.
El 22 de octubre sus restos fueron hallados en un contendor de basura, en Huachipa, pero recién días después su familia pudo confirmar que se trataba de ella gracias a un tatuaje del personaje animado Lisa Simpson.

Blanca, quien era activa en redes sociales y solía compartir momentos de su vida, fue reconocida gracias a videos donde mostraba el tatuaje. Según las investigaciones, el 19 de octubre viajó de La Libertad a Lima con la intención de trabajar y quedarse en casa de un familiar, pero nunca llegó a su destino.
La ubicación del lugar donde vivió Pablo Valencia en el 2018 está a solo unas cuadras el lugar donde fueron encontrados los restos calcinados de la víctima.
El 15 de noviembre, agentes de la comisaría de Huachipa encontraron un tórax calcinado en la ribera del río Rímac. Según los peritos del Ministerio Público, este resto también sería de Blanca Reyna.
El inmueble donde vivió Pablo Valencia y los lugares donde se hallaron los brazos y el tórax se encuentran en la misma urbanización.
A la fecha, Valencia Román, quien se convierte en sospechoso de la muerte de Blanca Reyna, no tiene paradero conocido y se presume que se encuentra en Argentina, donde ya vivió antes.
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