LA INFORMACIÓN SALIÓ DESDE ADENTRO. La semana pasada, tras un espectacular operativo, la Policía rescató a Hilario Porras, un empresario del rubro del reciclaje que había sido secuestrado por una banda criminal extranjera. Ellos exigían 20 mil soles para liberar al padre de familia de 47 años. Entre los secuestradores estaba la ciudadana venezolana Ana Sosa Hevia, quien, según la Policía, jugo un papel clave pues era una trabajadora de la víctima que conocía cada uno de sus movimientos.
Tras raptarlo, los criminales enviaron la prueba de vida, donde se ve a la víctima con un arma que apuntaba su cabeza.
“Mira mamita, sino quieres seguir trabajando y produciendo como lo vienes haciendo, vas a tener que pagar, caso contrario nosotros te vamos a cerrar el quiosco”, se escucha decir a uno de los extorsionadores a los famiiiares del dueño una empresa dedicada al reciclaje, en Puente Piedra.
El encargado de este negocio familiar era un hombre de 47 años, que por temor comenzó a pagar cupos, pero el miércoles 14 de agosto salió de su vivienda a las 12 y 30 de la madrugada. Una de sus exempleadas, Ana Sosa Hevia, de 18 años, lo citó bajo engaños al óvalo.
Allí una tercera persona los esperaría para solucionar el problema. Pero este era parte de un maquiavélico plan de una peligrosa banda criminal, pues aparecieron 4 sujetos armados quienes lo secuestraron. Eran ‘Los Élites de los Gallegos’. Los criminales llevaron al empresario hasta esta vivienda ubicada en el asentamiento humano Enrique Milla, en Los Olivos.
En el segundo piso mantuvieron cautiva a la víctima, y a la 1 y 15 de la mañana empezaron los mensajes extorsivos a su familia exigiendo el pago de 20 mil soles por su liberación. Pasaban las horas y los mensajes extorsivos continuaban. Luego enviaron la prueba de vida, un video del empresario maniatado, cubierto con una manta y uno de estos criminales apuntándole con un arma en la cabeza.
SU EXEMPLEADA PLANEÓ TODO
La desesperación de la familia se iba acrecentando y por ello depositaron 5 mil soles a cuenta de los criminales, pero luego denunciaron el hecho ante la división de secuestros y extorsiones de la dirigencia, quienes ubicaron la casa donde se encontraba la víctima. Allí estaba el empresario, nervioso, atado de manos y pies, sentado en el suelo sobre una colcha. Así estuvo durante 14 horas a manos de sus captores, en condiciones infrahumanas.
La víctima era sometida a crueles torturas. Estos delincuentes lo mantuvieron atado de pies y manos, y colocaban música a todo volumen para que los vecinos no escuchen sus gritos desgarradores. La víctima señaló haber reconocido a su extrabajadora, una venezolana llamada Ana Sosa Hevia, quien lo había traicionado.
El empresario relató a la policía que venían extorsionando a toda su familia; por ello venían pagando cupos a estos criminales. Según la investigación policial, Ana Sosa habría dirigido el secuestro de su jefe.
Planeó detalle a detalle todos los pormenores junto a su banda criminal. Allí estaba ella a manos de la Policía, y a unos metros su pareja Daniel Sarmiento Rojas de 24 años, ambos miembros de esta banda criminal. Ambos se mostraban así en las redes sociales. Juntos derrochaban su amor, pero detrás de esa relación escondían una vida criminal.
OBTUVIERON MÁS DE 250 MIL SOLES EN SECUESTROS
En la casa intervinieron en total 5 ciudadanos venezolanos: Ezequiel Camejo Linares, de 25 años; Kenny Bolívar Martínez, de 31; José Blanco García, de 28; Daniel Sarmiento Rojas, de 24, y Ana Sosa. Ellos habían usado esta vivienda como su bunker, pues la Policía encontró motocicletas, cartuchos de retrocarga, armas de fuego, municiones, una granada de guerra, droga y botellas de licor.
La Policía señala que estos sanguinarios sujetos, en solo dos meses, habían secuestrado a 4 empresarios más a quienes mantuvieron cautivos en el segundo piso de esta vivienda que habían alquilado hace 60 días, como al dueño de un taller de mecánica automotriz, una empresaria ganadera, un empresario importador de celulares y otros.
Todos pagaron el monto exigido por sus captores; por ello la banda criminal en solo dos meses habría recaudado más de 250 mil soles, que habrían usado para financiar otros actos ilícitos. Esta banda criminal operaba en toda Lima Metropolitana. La mayoría de sus víctimas eran del cono norte y el cono sur, a quienes llevaban en esta vivienda de Los Olivos.
Eran sanguinarios, feroces; tenían amenazado también al dueño de la casa, quien no podía hacer nada, pues la bulla y el olor a droga inundaban todos sus ambientes. La Policía señala que las otras víctimas de esta banda acudieron a la dirigencia y reconocieron a estos criminales, tanto como la vivienda donde los mantuvieron en cautiverio.
Los agentes vienen solicitando los antecedentes internacionales de los detenidos para ver si es que cuentan con un alto prontuario criminal en su país, pues por la modalidad con que operan no se descarta que se hayan dedicado a estas mismas actividades ilícitas en Venezuela. Los celulares de estos sujetos van a ser peritados para ser analizados, donde se podría encontrar información valiosa de otros hechos criminales y más inocentes víctimas.