Un adulto mayor, que había viajado de Lima a Huánuco con la intención de comprar un terreno para pasar sus últimos años, fue secuestrado por una banda criminal durante su estancia en la ciudad andina.
Tras semanas de angustia y amenazas, la familia del hombre decidió pagar el rescate de un millón de soles exigido por los secuestradores, vendiendo propiedades y ganado para reunir el dinero. A pesar de haber realizado el pago, el hombre sigue desaparecido y la familia no ha recibido ninguna garantía de su liberación.
Inicialmente, la familia buscó ayuda de las autoridades, pero debido a la desconfianza hacia la Policía Nacional (PNP) y temiendo que el caso no fuera resuelto, optaron por no denunciar el secuestro de inmediato. Los secuestradores enviaron una prueba de vida en la que se podía escuchar al anciano pidiendo el rescate en nombre de su familia.
Secuestradores incrementan monto del rescate
Recientemente, la familia denunció que los secuestradores han incrementado sus demandas de dinero y ahora los están vigilando. Afirman que los criminales los siguen hasta sus hogares en Lima, aumentando el nivel de temor e incertidumbre que viven día a día. En su desesperación, han tenido que contratar seguridad privada para protegerse de las amenazas. Sin embargo, a pesar de estas medidas, siguen sin recibir respuestas satisfactorias de las autoridades competentes.
Aunque el pago fue realizado y depositado en una cuenta bancaria, los delincuentes no cumplieron con su promesa de liberar a la víctima. La familia ahora se encuentra en una situación de angustia total, sin recibir informes concretos de las autoridades.
La familia sospecha que el grupo responsable del secuestro podría ser la organización criminal ‘Los Carachamas’, que tiene antecedentes de secuestros y homicidios en la misma zona. Sin embargo, también hay indicios que señalan a un vecino de la familia, lo que complica aún más las investigaciones.
En medio de la confusión y la falta de avances concretos por parte de la Policía, la familia sigue luchando por respuestas y por la liberación de su ser querido, quien además padece de artritis, lo que aumenta su vulnerabilidad.
Tres meses han pasado desde el secuestro de este anciano en Huánuco, y aunque su familia cumplió con las demandas de los secuestradores, todavía no tienen noticias de su paradero.
La falta de avances en la investigación y el incremento de amenazas hacia la familia reflejan la desesperante situación que viven, mientras solicitan apoyo urgente a las autoridades para resolver este caso y asegurar la liberación de su ser querido.