Dos venezolanos, que serían miembros de la banda ‘Los Terribles de Puente Nuevo’, que se dedicarían al cobro de cupos a meretrices peruanas y extranjeras en el sector de Puente Nuevo y alrededores, fueron atrapados, en El Agustino.
El coronel PNP Jorge Barboza, jefe de la División Policial Centro 2, informó que los venezolanos Emyer Elías Rodríguez Fernández (23) y Luis Enrique García Canario (24), ‘El Sicario’, fueron atrapados por policías de Depincri El Agustino, en el parque El Bosque Huanca.
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“Estos sujetos de nacionalidad extranjera serían quienes cobran cupos a las féminas que ejercen la prostitución callejera por inmediaciones de Puente Nuevo. Además son investigados por sicariato”, indicó.
En poder de Rodríguez Fernández, se encontró 82 bolsitas de marihuana, y de su compatriota 100 ketes de pasta básica de cocaína y 8 cartuchos no percutidos de diferentes calibres para arma de fuego (pistola). “Muy cerca de ellos hemos encontrado una bolsa con 631 bolsitas de marihuana, creemos que hay una estrecha relación entre estos sujetos y la droga hallada por la droga que se le encontró en sus pertenencias.
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Ambos serán trasladados a la fiscalía por el delito de Trata de Personas, Microcomercialización de drogas y tenencia ilegal de armas (municiones).
Matan a médico psiquiatra y le roban ahorros de departamento
El médico psiquiatra Miguel Ángel Quintana Advincula (41), fue asesinado por un venezolano que lo frecuentaba en el cuarto alquilado donde vivía, en la cuadra 1 del jirón Los Olivos, en urbanización Tayacaja, en El Agustino.
Los dueños del predio se alarmaron por el fuerte olor que salía de la habitación. Un vecino ingresó por la ventana y descubrió la macabra escena. Toda el cuarto estaba inundada de moscas y el olor era insoportable. Cerraron el cuarto y llamaron a los policías de la comisaría de El Agustino.
Cuando los agentes ingresaron a la escena vieron que el cuerpo inerte del galeno estaba en estado de descomposición envuelto en una frazada sobre un charco de sangre seca, y entre la cama y la ventana.
El cuarto estaba completamente desordenado. Lo que indica que el autor de crimen buscó por los cajones dinero, producto de sus ahorros, y otras pertenencias de valor.
“Él era un médico correcto. Le faltaban dos meses para culminar su especialización en psiquiatría. Trabajaba en el hospital Hipolito Unanue. Nos deja desconcertados su muerte”, dijeron sus amigos, también médicos de dicho nosocomio, que llegaron al lugar del crimen.
Se supo que el médico era frecuentado por un muchacho venezolano, quien muchas veces lo acompañaba a cenar pollo broaster. Precisamente la última vez que vieron al doctor Miguel Quintana, fue el jueves 14 de abril, cuando se tomó una gaseosa con este misterioso sujeto extranjero y luego subieron a comer a su habitación.