Jafet Torrico Jara, uno de los descuartizados en el hostal de San Martín de Porres, cambió su vida hace cinco meses drásticamente cuando conoció al venezolano Rubén Matamoros Delgado, el otro asesinado. El peruano dejó el servicio pastoral que su familia abraza mientras que el venezolano, a través de las redes sociales, ofrecía sus servicios sexuales, al cual habría sucumbido su compañero de habitación.
Según un reportaje de Panorama, las víctimas eran muy cercanas, pues se les ve en varias fotos en fiestas 'perúzolanas', donde eran a su vez 'jaladores', en San Martín de Porres. Pero Matamoros Delgado tenía otra vida: se hacía llamar 'Tommy Blanco' ofreciendo sus servicios sexuales en redes sociales.
Deivis Ramírez, especialista en Crimonología venezolana, comentó que Matamoros Delgado pudo haber convencido a Jafet Torrico Jara para que se prostituya con él, pues vivían en la misma habitación.
"El joven se prostituía por videos y cobraba por ello. El peruano y el venezolano (descuartizados) tenían una relación, pero no sentimental, más que nada laboral", dijo el experto.
El programa dominical indicó que el asesinato de las víctimas sería parte por el predominio de las mafias venezolanas del sexo y las drogas en San Martín de Porres, aunque tampoco se descartó la hipótesis de un supuesto delator entre bandas criminales.
Hasta el momento hay tres detenidos venezolanos por este caso: Alexander Salazar Álvarez, el cuartelero quien rogó permanecer en la carceleta porque teme que lo asesinen en la calle; Verónica Andreina Montoya Araujo, alias 'Roxy', capturada en la madrugada del sábado por el frontis de una discoteca de la avenida La Marina, en Pueblo Libre-aunque fue atrapada en Perú debido a un presunto homicidio en su país natal; y Angelbert Alejandro Díaz Colina, quien habría grabado con un celular las voces de los asesinos del venezolano Rubén Matamoros Delgado y el peruano Jafet Torrico Jara.