:quality(90)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/ZY4LXUPJMFF3JAYBFKIUVZ6VTY.jpg)
En una caseta de seguridad de una obra en construcción, un sicario asesinó de 19 balazos a un padre de familia, de 38 años, y a un adolescente de 17, en Chorrillos. Este último tenía problemas y fue amenazado de muerte por pistoleros.
Fernando Mendoza Muñoz (38), quien estaba próximo a celebrar su cumpleaños, trabajaba por las noches cuidando materiales y herramientas en una obra en construcción en el asentamiento humano San Juan de la Libertad, a media cuadra de su casa.
Puede ver: Acuchillada vecino y concuñadas en fiesta de cumpleaños
Poco antes de las 2 de la tarde, recibió una llamada telefónica, y dijo a sus familiares que iba a salir un momento, pero que regresaría a almorzar. Instantes después, se escuchó una ráfaga de disparos que provenía de la obra donde Fernando Mendoza, laboraba.
Cuando sus familiares y vecinos salieron, vieron que un mototaxi se alejaba a toda velocidad hacia la parte baja de dicho asentamiento humano. Algunas personas ingresaron a la caseta de seguridad y descubrieron con horror que se había cometido un doble asesinato.
Puede ver: Policía desbarata banda de robacarros en taller textil
Mendoza Muñoz, recibió 10 balazos y el menor 9 proyectiles. Ambos murieron instantáneamente.
El sicario llegó en mototaxi y su cómplice lo esperó a unos metros para no despertar sospechas. Apenas cometió el sangriento acto, escapó en el mismo vehículo.
Se indicó que el feroz ataque era para el chiquillo de 17 años, que fue amenazado de muerte y era buscado por sicarios.
“El cobarde ataque no era para Fernando, él era trabajador, eso fue para su amigo (menor)”, dijo un pariente. La víctima deja en la orfandad a tres niños. Antes laboraba como reciclador y desde hace cinco meses lo hacía como vigilante en la obra.
Atrapan a ‘Conejo’ y ‘Chibolo’, acusados de asaltar a 20 mujeres en gimnasio
Hace unos días fue atrapado cuando iba a asaltar un minimarket y misteriosamente salió libre. Esta vez, José Carlos Fernández Yacsavilca (27), ‘conejo’, con amplio prontuario policial, volvió a ser atrapado, pero esta vez con su cómplice ‘Chibolo’. Ambos pertenecerían a la banda ‘Los Injertos de Villa Chaveta’ y son acusados por la policía de asaltar a mano armada a 20 mujeres en un gimnasio, en Villa El Salvador.
El coronel PNP Walter Palomino, jefe de la División Policial Sur 2, informó que ‘Conejo’ y Accel Joel Infanzon Ramón (21), ‘chibolo’, fueron atrapados en el mototaxi de placa 0414-1B por policías de Depincri Villa El Salvador. Ambos estaban n el mismo que cometieron el asalto a mano armada.
“El sujeto conocido como ‘Conejo’ es uno de los cuatro delincuentes que han participado en el asalto a mano armada. Él ingresó y encañonó a las agraviadas para despojarlas de carteras, celulares y dinero. Les robaron seis celulares, cerca de dos mil soles y otras pertenencias. Acepta haber cometido el asalto, junto con ‘chibolo’, quien era el encargado de llevar a los delincuentes y esperarlos para la fuga”, dijo.
Se les incautó un revólver, 105 ketes de pasta básica de cocaína, 5 pacos de marihuana, y documentos de los agraviados, entre ellos 2 carnet policial familiar.
“‘Conejo’ tiene amplio prontuario policial por robo agravado de julio del 2020 y denuncias por robo agravado a mano armada de mayo del 2018 y julio del 2021. Intentó asaltar una entidad bancaria el año pasado, y por el delito de microcomercialización de drogas”, sostuvo el oficial.
‘Chibolo’, tiene denuncias por hurto de vehículo en el año 2017 y microcomercialización de drogas en 2018. “‘Chibolo’, dijo que le pagaron 300 soles para el traslado de los asaltantes al gimnasio. Estos sujetos ingresaron un día antes al gimnasio para ver la concurrencia de público para asaltar. No se descarta que sean autores de otros asaltos”, agregó.
