Carlos Hualpa y César Alva, los asesinos de Eyvi Ágreda (22) y la pequeña Jimenita (11), respectivamente, fueron trasladados del penal Ancón I al de Cochamarca, en Cerro de Pasco, a 4 mil 800 metros sobre el nivel del mar. Allí, la temperatura llega a 10 grados bajo cero. Esta decisión fue tomada en conjunto por el Ministerio de Justicia y el Instituto Nacional Penitenciario (INPE),
“Los graves delitos que cometieron merecen el repudio del pueblo y por eso han sido llevados a un centro de reclusión de máxima seguridad. Tendrán un régimen más severo, solo dos horas de patio y visitas restringidas”, manifestó el ministro Salvador Heresi (Justicia), al programa ‘Panorama’.
Hualpa acabó con la vida de Eyvi quemándola viva dentro de un bus de transporte en Miraflores, solo porque la guapa muchacha lo rechazó. Alva, el ‘Monstruo de la Bicicleta’, violó, mató y quemó a Jimenita, en San Juan de Lurigancho.
‘Nadie me quiere’
Durante el reportaje, ambos asesinos demostraron que son unos ‘monstruos’. Hualpa afirmó: “Nadie me quiere, pido perdón, pero sé que nadie me perdonará. Es cierto, buscaba desfigurar (a Eyvi)... Dios sabrá mi castigo. No soy machista...”.
Alva reveló que el horrendo crimen de Jimenita no lo hizo solo y que cuando entre a juicio, dará el nombre de quien sería su cómplice. “Ese día (del asesinato) estaba esperando a un policía... No merezco perdón, merezco morir, dicen”, acotó.
La muerte de Jimenita ocurrió en febrero de este año, mientras que a Eyvi le prendieron fuego en abril. Ambos casos causaron el repudio general de los peruanos, que salieron a las calles para exigir la pena de muerte para Alva y Hualpa.