Y en una calle oscura de Trapiche, Comas, el arpista Miguel Salas canta bajito, triste, esa canción que compuso a su ‘ángel’: “A ti te canto esta canción, princesa Alicia. Notas que salen de mi pecho, que está herido. Con tu hermosura y tus canciones tú cautivaste un pueblo entero que ahora llora por tu ausencia”. Si Alicia estuviera viva, explica el arpista, ahora sería la cantante folclórica más importante de nuestro país. Si Alicia estuviera viva, asegura el arpista, su fama hubiera cruzado fronteras. Si Alicia estuviera viva, dice el arpista...
¿Cómo fue esa mañana que la encontraron muerta en su casa de Surco?
Yo llegué junto con la policía. Ella estaba tirada en el suelo. No podía creer lo que pasaba. No lo podía creer. Un policía me decía ‘está fría, está fría’. Pero yo no creía...
Nadie merece morir de esa forma...
Nadie. Fue un crimen terrible, con mucho odio. Ella era una gran mujer, con mucho talento, que había luchado para lograr todo lo que tenía. Su vida no debió terminar así.
¿Quedaste en shock?
Sí. Perdí la noción del tiempo. Recuerdo que eso sucedió en la mañana y yo pensé que había pasado media hora cuando salí de ahí, pero ya era de madrugada.
¿Cómo fueron esos días?
Fueron días muy difíciles, totalmente difíciles. Solo el tiempo me ayudó a superar aquel episodio.
¿Cómo es que se hacen amigos y después pareja?
Yo la conocí joven, antes de los 18 años. La acompañaba como su músico. Era parte de su marco musical. Ahí fue que empezamos a trabajar muy juntos. Me gané su confianza porque realmente quería lo mejor para ella. Siempre le aconsejaba, le decía que ella debía ser independiente, que debería ver sus propios contratos porque era muy talentosa.
Algo que, imagino, no le gustó a Abencia Meza...
Exacto. La señora Abencia me empezó a ver como un intruso, como un entrometido. Me odiaba, eso sentía.
¿Cómo recuerdas tu relación con Alicia?
Fue una relación pura, muy tierna, linda. Guardo los mejores recuerdos. Ella siempre me aconsejaba, me decía que no debía dejarme pisotear, me impulsaba a ser una mejor persona. A pesar de la edad, congeniábamos muy bien.
¿Con qué canción la recuerdas?
Ella tiene una que se llama ‘Piedra resbalosa’: “Cuando me encuentro a tu lado, de tus labios quiero gozar. Eres mi cielo, mi alegría. Qué hermoso, mi dulce amor...”. Es una canción preciosa.
¿Y tú le has compuesto una a ella?
Sí. Se llama ‘En tu memoria, Alicia’. Pero la canta mi hermana Loly, yo no puedo, me quiebro, me pone mal.
¿Qué significa Alicia en tu vida?
Ella es mi ángel. Yo sé y estoy seguro de que me cuida desde el cielo. En cada paso que doy o cada proyecto que emprendo, siempre me encomiendo a ella. Sé que está conmigo.
Por eso debe molestarte que Abencia Meza esté a punto de quedar libre...
Bueno, ese es un tema que yo no quiero tocar. Si la justicia considera que ya pagó su condena, pues así debe ser. Yo no soy nadie para juzgar.
Pero hasta hace poco decías que era una falta de respeto para la familia de Alicia...
Ahora no pienso mirar atrás. Se va un año lleno de éxito en mi carrera profesional. Quiero tranquilidad, paz.
¿Aún temes por tu vida?
Temor tengo, claro. Durante el juicio a Abencia y cuando tenía que dar mi manifestación, me escribían mensajes amenazándome de muerte.
¿Confías en la justicia?
Mira la justicia. Mañana a ti te pueden matar y no pasa nada.
¿Compartirías escenario con Abencia?
No tendría problemas de estar en el mismo show, pero tocar con ella no. Tampoco creo que ella quiera.
Si Abencia sale en libertad, qué esperarías...
Yo espero que no sea la misma persona. Y si sale, que se dedique a recuperar el tiempo perdido.
¿Visitas la tumba de Alicia?
Sí, siempre voy. Le llevo lirios, que son unas flores que a ella le encantaban.
¿Cómo deberíamos recordarla?
Como una mujer muy talentosa, tenía una voz preciosa. Se fue en pleno apogeo de su carrera. Hay que recordarla con mucho respeto y admiración, así como yo lo hago