‘Es mi niña bonita, con su carita de rosa. Ay, es mi niña bonita, cada día más preciosa…’. Interpretando este famoso tema encontramos a Alejandro Artíca Rivadeneyra en su casa de San Juan de Lurigancho. La discapacidad física que padece desde los dos años y lo mantiene en una silla de ruedas nunca fue impedimento para que alcanzara sus metas.
Siendo muy joven buscó la manera de que la gente conociera su gran talento para el canto. Hoy, a sus 67 años, se ha convertido en ‘La voz elegante del Perú’. “Recuerdo que empecé a cantar después de ganar un concurso. Participé por culpa de unos amigos. Ellos me inscribieron sin que yo supiera. Me asusté en ese momento y para que me eliminen en la primera ronda iba a presentar un show horrible”, contó el señor Alejandro.
¿Hizo el show horrible?
No, decidí mostrar mi talento. Ganar ese concurso me hizo inmensamente feliz. Luego me disculpé con mis amigos por haberlos tratado mal.
¿Qué es la música para usted?
Es mi vida, mi pasión, algo que nace desde el fondo de mi corazón. Siento dicha y placer cuando veo al público contento con los temas que interpreto. Yo solo digo que el día que me muera, lo haré cantando.
¿Su discapacidad física es de nacimiento?
Tuve poliomielitis cuando era muy pequeño. Antes me movilizaba con muletas, ahora ya lo hago en una silla de ruedas.
¿Desde qué edad canta?
Uy, desde que estaba en la barriga de mi mamá (risas). Pero ante el público recién desde los 21 años.
Nació en Lima, pero se considera huancaíno. ¿Por qué?
Cuando quise incursionar en la música, Lima me cerró las puertas. En cambio, Huancayo me acogió, me dio la oportunidad de mostrar mi talento. Amo esta tierra hermosa.
¿Qué tipo de música interpreta?
Música criolla y baladas del recuerdo.
Lo conocen como ‘La voz elegante del Perú’…
Sí, una amiga me sugirió el nombre y me gustó.
También es maestro de ceremonias…
Sí, aparte de cantar, también me recurseo animando fiestas, quinceañeros, matrimonios… todo tipo de eventos.
¿Qué mensaje les daría a las personas con alguna discapacidad?
El mensaje es para los padres de las personas con discapacidad. Dejen de sobreproteger a sus hijos, ellos necesitan libertad para poder desenvolverse y hacer aquello que les gusta. Y a mis hermanos con discapacidad les digo que aprendan a buscar su propio yo. Podemos alcanzar nuestras metas con esfuerzo y trabajo constante.
¿Cómo lo contactan?
Pueden llamarme al 936-765-048 o buscarme en el Facebook como Alejandro Eduardo Artica Rivadeneyra.